Más allá de su calidad como coach, Marinelli es un personaje tanto dentro como fuera de la cancha. Con una carrera de más de 40 años como coach, Rod ha tenido la posibilidad de dirigir una gran cantidad de jugadores, quienes su mayoría no tienen más que elogios al momento de referirse a él.
Llegó a la NFL en el año ’96 con 47 años, lo cual es raro de ver ya que es una liga donde normalmente han dominado los coordinadores jóvenes como en la actualidad lo son por ejemplo Sean McVay, Kliff Klingsbury, Josh McDaniel y su propio compañero de equipo actual Kris Richard; sin embargo, la edad no fue en lo absoluto un impedimiento para que Marinelli conectara con sus jugadores y les hiciera llegar sus ideas claramente.
A diferencia de lo que muchos otros entrenadores intentarían hacer en ese caso, es decir, tratar de encajar con los jugadores, aprender su jerga o estar al día con las modas, Rod tomó el camino de la autenticidad, como lo comenta Tyoka Jackson, jugador que estuvo bajo el mando de Marinelli por cinco años en los Tampa Bay Buccaneers y un año en los Detroit Lions:
“No intentó ser alguien quien no era. No trató de acercarse a nosotros de ninguna otra manera que no fuese de hombre a hombre. Para algunas personas, eso no funciona, pero para la mayoría de ellas sí”
Muchos de sus jugadores también recuerdan a Marinelli como un tipo que trata a todos por igual, bien sean jugadores novatos o jugadores que hayan sido nominados al Pro Bowl en 20 ocasiones; un trato que esperaba fuese el mismo que sus jugadores le dieran a él.
En el 2009 Marinelli llegaba a los Chicago Bears luego de un pesadilla de temporada con los Lions donde perdió los 16 partidos de temporada regular forzando así un despido inminente; a pesar de ello, Rod no llegó a la ciudad de los vientos desmotivado ni cabizbajo, al contrario, llegó con la intención de dejar el pasado atrás y marcar huella en su nuevo hogar, cosa que a Tommie Harris le quedó muy claro:
“Recuerdo un día que fui a desayunar y entré a tomar mi plato. Ocurrió como dos semanas después de su llegada, yo no lo conocía mucho y él no me conocía mucho a mí, pero se acercó por encima de mi hombro y me dijo: ‘¿Cómo va tu mañana?’ Yo dije, ‘bueno, entrenador…’ y justo cuando empiezo a hablar me dice: ‘a nadie le importa una mier**’ y se fue.
A él no le importa quién eres. Si eres Michael Jackson o el Presidente Obama, él se asegurará de que sepas que eres humano así como yo lo soy y que va a respetarte así como tú lo respetes…”
Marinelli es un hombre que no se dejará intimidar por sus jugadores por muy condecorados que sean, como ejemplificado anteriormente con Harris, 3 veces Pro Bowler, así como también con Warren Sapp quien eventualmente sería parte del salón de la fama, Marinelli a veces parecía un hombre de piedra, pero lo cierto es que no lo era.
Marinelli es un entrenador que no carece de esa faceta humana que muchos jugadores aprecian y el mismo Tommie Harris es feliz de confirmarlo. A pesar de haber compartido con él solamente dos años en los Chicago Bears antes de que partiera a los San Diego Chargers, Harris recurrió a Rod en uno de los años más difíciles de su vida; su esposa murió sorpresivamente en el año 2012 y ahí decide terminar con su carrera, sin embargo, Harris habló sobre la ayuda que le ofreció Marinelli durante esos tiempos:
“Nunca conocí a un hombre que pudiera tomar el fútbol y aplicarlo a la vida. Si no hubiera estado bajo su entrenamiento, no habría podido superar la pérdida de mi esposa sin su sabiduría de cómo superarlo”.
En líneas generales, Marinelli es como persona así como es como entrenador; un tipo empecable tanto dentro como fuera del campo; sin duda alguna, una pieza fundamental para estos Cowboys.