En un deporte como el fútbol americano, en algunos casos las cuestiones económicas son casi tan importantes como las habilidades a la hora de incorporar o dejar ir a un jugador cuando se arman los planteles. Este fue el caso de Allen Hurns. Quizás para muchos haya sido una sorpresa, pero se sabía que su salario podía ser un factor decisivo a la hora de la conformación del roster de 53.
Hurns había firmado por dos años y 12 millones de dólares la temporada pasada (6.250.000 correspondían a esta campaña) y cortándolo ahora los Cowboys se ahorrarían alrededor de cinco millones en espacio salarial. Tras ofrecerle una baja en su contrato, algo que no fue aceptado, Dallas decidió liberarlo. Una movida correcta teniendo en cuenta además que Hurns iba a ser el cuarto receptor tras Amari Cooper, Michael Gallup y Randall Cobb. Otro dato importante es que recién está volviendo de una grave lesión y su nivel es una incógnita, haciendo más que lógica esta decisión.
Aunque más allá de la cuestión del espacio salarial está la del cupo que abre. En un grupo de receptores mucho más completo que en años anteriores, hay varios jóvenes que se vieron beneficiados por esta elección. A los tres receptores abiertos antes mencionados podría sumárseles Tavon Austin, si es que Tony Pollard no termina ocupándose de sus roles y reemplazándolo. En caso de que Austin siga, quedarían entonces dos lugares más en un puesto que muy probablemente cuente con seis integrantes.
Noah Brown es uno de los que vio sus chances incrementadas. Este jugador estará en su tercer año como profesional y tiene características más similares a las de un ala cerrada que a las de un receptor abierto. Si bien puede cumplir en distintos puestos, el rol que tuvo hasta el momento fue principalmente el de bloqueador. De hecho, de las 136 jugadas ofensivas en las que estuvo presente en la temporada pasada, en 96 tuvo a cargo una tarea de bloqueo (69,1% de las veces), según indica John Owning de Sports Day. No tiene una gran velocidad final ni se destaca por su agilidad para conseguir separación, pero su 1.88m y sus 100 kg. podrían ayudarlo en pelotas disputadas, siempre y cuando mejore su habilidad para correr rutas.
De todas las opciones que hay para elegir, Cedrick Wilson quizás sea el más similar a Hurns y quien podría suplirlo. Es un receptor abierto más natural que Brown y, si bien tampoco tiene tanta velocidad como otros novatos, puede conseguir separación de los defensivos al ser mejor corredor de rutas. La temporada pasada, su año de novato, no pudo participar en ningún partido ya que sufrió una lesión en el hombro en el campamento de entrenamiento que lo dejó afuera toda la campaña.
Estos son los dos jugadores que por experiencia y desarrollo quizás terminen reemplazando a Hurns. Si, por otra parte, Dallas busca que haya al menos un jugador capaz de ser una amenaza en pases profundos, hay otras opciones. Jalen Guyton y Jon’Vea Johnson son prácticamente velocistas y podrían otorgarle explosividad a la ofensiva. Esto es algo necesario para poder estirar a las defensivas rivales, tal como viene repitiendo Sanjay Lal, coach de receptores. Ambos son jugadores firmados tras no haber sido elegido en el draft 2019.
Los otros jugadores que buscarán conseguir un lugar son Reggie Davis, Lance Lenoir Jr. y Devin Smith, aunque se cree que corren de atrás en sus chances de ser seleccionados dentro del plantel final.