(Nota de la redactora – esta es la parte dos de dos artículos acerca del estado de la NFC Este en el 2019; puedes leer parte 1 por acá)
5. La unidad más fuerte.
Cowboys: Todo se reduce a la línea ofensiva y a los apoyadores. Mientras que la línea ofensiva se encuentra plagada de Pro Bowlers como Zack Martin, Tyron Smith y Travis Frederick, no hay que quitar de vista a los apoyadores; Leighton Vander Esch, Jaylon Smith y Sean Lee tienen también la calidad de Pro Bowlers. Además, es una posición que cuenta con profundidad al contar también con Joe Thomas, Justin March-Lillard, Chris
Covington y Kyle Queiro.
Eagles: Pueden haber algunas dudas sobre la edad y las lesiones en la línea de ataque de los Eagles, pero si hay algo de lo que no se puede dudar es del talento. El tackle izquierdo Jason Peters es un futuro Salón de la Fama, Lane Johnson se ha convertido en uno de los mejores tackles derechos de la NFL, Jason Kelce ha sido llamado al primer equipo All-Pro en las dos últimas temporadas y el guardia derecho Brandon Brooks también ha sido llamado al Pro Bowl en ambos años. Además, los Eagles utilizaron su elección de primera ronda en tackle izquierdo, Andre Dillard, que se desarrollará esta temporada por detrás de Peters. En resumidas cuentas, una plantilla con talento de sobra.
Giants: A los aficionados de los Giants les encantaría nombrar a la línea ofensiva como la unidad más fuerte, pero no deberían apresurarse con ello; hace un año se pensó que la línea ofensiva estaba sólida, y para la semana 7 ambos titulares del lado derecho habían sido banqueados y habían perdido a Halapio por el resto de la temporada. En cambio, la respuesta más apropiada sería el corredor. Saquon Barkley ya está sentado en la mesa de los mejores corredores de la liga y jugará aproximadamente el 80 por ciento de los snaps, por lo que su presencia por sí sola hace de esta una posición formidable.
Redskins: Sin duda es la línea defensiva, y el equipo la mejoró aún más con la adición de los novatos Sweat y Jordan Brailford. Si los juntas con jugadores como Jonathan Allen y Da’Ron Payne, que parecen estar al borde de tener una temporada de Pro Bowl, Matt Ioannidis, que viene de una temporada de 7.5 sacks más una gran extensión de contrato y Ryan Kerrigan, quien lideró el equipo con 13 sacks, obtendrás un grupo que definitivamente va a ser un problema para las líneas ofensivas contrarias.
6. La unidad más débil
Cowboys: La debilidad más grande de los Cowboys es el safety. La mayoría pensó que Dallas contrataría a Earl Thomas como agente libre o tomaría su elección de segunda ronda en alguno de los mejores prospectos de safety que se encontraban disponibles como Nasir Adderley, Taylor Rapp o Juan Thornhill. Pero los Cowboys no estaban interesados en pagarle un elevado sueldo a Thomas y no reclutaron un safety hasta la sexta ronda del draft cuando añadieron a sus filas a Donovan Wilson. Además firmaron a George Iloka como agente libre pero los titulares deberían ser los mismos que el año pasado, con Jeff Heath como strong safety y Xavier Woods como free safety, la mejor esperanza para los Cowboys es que ambos suban su nivel con respecto a la temporada pasada y se mantengan saludables todo el año.
Eagles: En una roster tan profundo como el de los Eagles, la incertidumbre permanece en el apoyador. Nigel Bradham and Kamu Grugier-Hill regresan como titulares. Jordan Hicks partó como agente libre. Añadieron a los veteranos Zach Brown y L.J. Fort, siendo Brown el principal candidato para reemplazar a Hicks. Nate Gerry está entrando en su tercera temporada con el equipo y Paul Worrilow intentará entrar en la lista después de perderse el año pasado debido a una ruptura de ligamento cruzado anterior. Así que hay opciones, pero no es una posición muy fuerte o consolidada que digamos.
Giants: Es desconcertante que la organización que una vez tuvo al “Big Blue Wrecking Crew” ahora se encuentre tan lejos de sus raíces. La negligencia con respecto a la posición de apoyador continuó esta temporada cuando Gettleman pasó del corredor de Kentucky Josh Allen y con la sexta elección decidió llevarse a Jones. Los Giants no han reclutado un apoyador en la primera ronda de un draft desde Carl Banks en 1984 (tres años después de tomar Lawrence Taylor). Algo realmente preocupante.
Redskins: El receptor abierto es una de las mayores interrogantes de esta temporada para el equipo de Washington. ¿Podrá Josh Doctson llevar su juego al siguiente nivel en el último año de su contrato? La elección de la primera ronda no mostró lo suficiente para que Washington retomara su opción de extender el contrato a un quinto año, y ha dicho que espera que éste sea su último año en la ciudad capital. Quinn lució fenomenal en las prácticas de primavera antes de sufrir una lesión en el tendón de la corva. Es el tipo que se espera que dé un paso al frente y llene el vacío dejado por Crowder. Richardson aún está en una misión para probar que valió la pena ese contrato por cinco años y $40M de dólares que firmó con el equipo la temporada pasada.
7. El mejor de los casos
Cowboys: Moore es un gran éxito en su primer año como coordinador ofensivo, Dak Prescott tiene su mejor temporada y no hay lesiones significativas en cuanto a los titulares clave del equipo. Si esas tres cosas suceden, los Cowboys deberían encontrarse en una situación similar a la del año pasado, jugando para tener la oportunidad de ir al partido del Campeonato de la NFC. El mejor de los casos es que jueguen tan bien durante la temporada regular que ganen la división y sean locales en los juegos de playoffs con la oportunidad no sólo de llegar al Super Bowl, sino de ganar el sexto de la franquicia.
Eagles: No es exagerado decir que el equipo y los fanáticos tiene expectativas de Super Bowl. En el mejor de los casos, Wentz se mantiene sano y juega como lo hizo en 2017, beneficiándose de los jugadores talentosos que tendrá a su alrededor para liderar y llevar una ofensiva de gran potencia a la postemporada. Doug Pederson se venga de las dos derrotas del año pasado contra Dallas para ganar la NFC Este, y hay un partido de postemporada (o dos) en Philadelphia en enero, antes de que los aficionados emigren a Miami durante la primera semana de febrero con la esperanza de celebrar su segundo Trofeo Lombardi en tres años.
Giants: Hay un montón de jugadores sin probar que desempeñan un papel importante en la defensa, pero hay potencial en ese lado del balón. Si todo hace clic en la defensa, una ofensiva conservadora y un liderazgo más fuerte podrían acabar con victorias en esos partidos cerrados que el año pasado terminaron perdiendo en su mayoría. Un récord de 10-6 y un puesto en los playoffs sería una sorpresa, pero no es inconcebible, especialmente con las grandes revelaciones que se han hecho tan comunes últimamente en la NFL.
Redskins: Sin lesiones atacando al equipo, Washington se las arregla para hacer unos primeros cinco partidos excepcionales y comienza a hacer clic a medida que el calendario va bajando en dificultad. La defensa está a la altura de su potencial esperado. Haskins consigue un año de novato similar al de Griffin III, utilizando su gran brazo y su inteligencia mientras que la ofensiva se va haciendo cada vez más sólida. Haskins no sólo los lleva al comodín, sino que también ayuda al equipo a ganar su primer partido de postemporada por primera vez desde 2005.
8. El peor de los casos
Cowboys: A Moore no le salen bien las cosas, el equipo es golpeado por las lesiones, Prescott tiene su peor temporada y la defensa tiene problemas para recuperar el balón. Todo esto probablemente llevaría a un récord por debajo de 500 y dejaría a los Cowboys entrando en la temporada baja en busca de un nuevo entrenador en jefe. Aunque hay muchos aficionados de Dallas que preferirían un cambio de entrenador, no hay garantía de que el próximo entrenador intervendrá e inmediatamente pondrá al equipo en el camino de las victorias. Podría tomar un año o dos para que ese entrenador reúna al personal adecuado y haga los ajustes necesarios.
Eagles: Wentz se lesiona por tercera vez consecutiva. Una línea ofensiva con una media de edad elevada finalmente empieza decaer en su juego. Ni Derek Barnett ni Brandon Graham proporcionan la ayuda que los Eagles necesitan, y los esquineros no tienen la producción esperada. A los fans de los Eagles no les queda más que ver a Foles llevar a los Jaguars a los playoffs.
Giants: Sobre el papel, los Giants tienen menos talento que el año pasado cuando terminaron con récord de 5-11. A pesar de todo el énfasis que se hace en la química, el talento es lo que gana juegos en la NFL y a grandes rasgos, los Gigantes carecen de ello. La línea ofensiva parece estar mejor, pero el tackle derecho sigue siendo una gran duda con el veterano Mike Remmers saliendo de una cirugía de espalda; mientras que una lesión en otra posición importante podría ser catastrófica debido a la falta de profundidad en el equipo. A eso añádale una controversia en torno al mariscal titular del equipo tras un comienzo lento y esta temporada tiene todo el potencial para salirse completamente de los rieles.
Redskins: Las lesiones hacen de las suyas en Washington. El equipo ya perdió al potencial titular Reuben Foster en el tercer juego de entrenamientos de primavera. Lo cual fue un presagio de las lesiones por venir. Cinco derrotas en los cinco juegos iniciando la temporada rompe el espíritu del equipo antes de tiempo, y es incapaz de recuperarse, lo que es aún peor teniendo en cuenta que tres de esos cinco son partidos contra rivales de división. Ni Keenum ni Haskins son capaces de dirigir la ofensiva y mover el correctamente en el campo. La defensa es llamada una vez más a soportar toda la carga. Gruden es despedido a mitad de temporada o después del 29 de diciembre por el bajísimo desempeño del equipo.