El día más esperado por muchos finalmente llegó. Para felicidad de todos los fanáticos de los Cowboys se puede decir de una vez por todas que Ezekiel Elliott seguirá jugando con Dallas. El contrato es una extensión de seis años a cambio de 90 millones de dólares, con 50 garantizados. Los 15 millones de promedio anual en ese período lo hacen el corredor mejor pago de la historia, superando a Todd Gurley. El acuerdo que vincula a Elliott con la franquicia totaliza entonces 103 millones en las próximas ocho temporadas.
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— Dallas Cowboys (@dallascowboys) September 4, 2019
Desde finales de julio, el momento en que el plantel completo debía presentarse en Oxnard, California, para comenzar con la pretemporada, se llevó a cabo una especie de novela. Contó con mucho suspenso, eso seguro, ya que estaba casi confirmado que Elliott no iba a jugar el próximo domingo en el partido inaugural ante los New York Giants y no estaba claro cómo podía terminar todo esto. También tuvo drama, porque existía la posibilidad de que se perdiera más de un duelo oficial. Pero al fin concluyó y el desenlace fue feliz.
Hubo muchas declaraciones cruzadas entre las dos partes. En realidad, Jerry Jones hablaba prácticamente todos los días sobre Zeke y cada vez que lo hacía era simplemente para provocarlo, haciendo las negociaciones cada vez más complicadas para la franquicia. Elliott se mantuvo en silencio todo este tiempo y la única respuesta fue por parte de su agente tras el más que desafortunado comentario de “¿Zeke quién?”.
Una de las tantas cosas que Jones dijo fue que no es necesario tener al campeón en yardas por tierra para ganar el Superbowl y que con Elliott habiéndolo ganado dos veces, Dallas no logró ningún título hasta ahora. Es obvio que técnicamente eso es cierto, pero les pregunto a ustedes: ¿Los Cowboys tienen más chances con o sin el mejor corredor de la liga?
Está claro que, a excepción de los Giants, a todos les cayó bien esta noticia. Jason Garrett está en su último año de contrato y seguramente estará feliz por esto, pero hay alguien que se debe estar frotando las manos. Esa persona no es otro que Kellen Moore. Luego de una pretemporada en la que Dallas definitivamente dejó una buena imagen en las pocas series ofensivas que tuvo con sus titulares, ahora añade un arma más al arsenal. Y es sin lugar a dudas la más letal, por lo que el nuevo coordinador ofensivo tiene ahora la posibilidad de llevar esta unidad al siguiente nivel.
Dallas será mejor con Elliott en cancha, eso es una obviedad. Porque, aunque sus números no lo reflejen, la atención que genera en las defensivas rivales inevitablemente les abrirá espacio a jugadores como Amari Cooper o Michael Gallup. Incluso, hasta Tony Pollard podría beneficiarse de esto. Claramente Dak Prescott jugará también con mayor tranquilidad al saber que cuenta con su gran aliado en las tres temporadas que ambos llevan como profesionales.
La pregunta ahora es si todo el tiempo perdido impactará o no en el juego del equipo y sus chances de llegar aunque sea hasta la final de la Conferencia Nacional.
