Tras un no tan brillante primer año de novato, en el cual perdió el puesto como titular, Connor Williams ansiaba más que nadie el final de temporada, pues lo tenia claro, sabía que le faltaba algo, unos kilos de mas.
El proveniente de la Universidad de Texas y escogido en segunda vuelta por los Cowboys fue puesto en duda inclusive antes de ser seleccionado en el draft por su peso y tamaño; sin embargo, se le fue dado un voto de confianza el cual no aprovechó.
Tras la repentina pérdida del centro Travis Frederick debido a una enfermedad en el sistema nervioso, la línea defensiva de los Cowboys se vio debilitada, llenando así de mayor responsabilidad a jugadores como Williams, pero este simplemente no estuvo a la altura.
A los pocos juegos después de hacer su debut se notó la diferencia de fuerza y contundencia entre él y el resto de jugadores en la liga, razón por la cual fue reemplazado a mediados de temporada por el guardia Xavier Su’a-Filo.
A pesar de lo acontecido, Williams se mantuvo optimista y tomó el tiempo fuera de temporada para trabajar en torno a su objetivo principal, ganar más peso y fuerza; cuando fue preguntado sobre su desempeño del año pasado respondió muy claramente dejando saber lo que le hacía falta: “Lo principal que destacó fue el peso… sabia que era un factor en el cual tenía que trabajar esta pre-temporada”. Y sí que lo ha hecho, el guardia izquierdo de los Cowboys ha pasado de pesar menos de 300 libras a alrededor de 315/320 libras y espera mantenerse en esa línea por el transcurso de toda la temporada: “Creo que estoy en una posición formidable” comentó, “he refinado mi técnica y estoy más cómodo”.
Williams tiene lo necesario para destacar en el 2019 y asegura que este será su año de reivindicación y consolidación en el equipo.
