Luego de un inicio de 3 victorias consecutivas y un calendario que lucía bastante accesible para los Cowboys, era difícil predecir que este equipo estaría en una situación similar a la de la temporada anterior donde empezaron con récord de 3-5, y aunque es una cifra peor que la actual 3-3, se siente el mismo nerviosismo en el ambiente que se sintió esa temporada 2018-19.
Los Cowboys tuvieron un despertar un tanto impensado a mitad de temporada (en gran parte debido a la llegada de Cooper) y terminaría con récord de 10-6, donde además se coronarían campeones de la división NFC Este.
Al parecer fue esa derrota en casa ante un equipo con récord negativo de los Tennessee Titans, el 11 de noviembre del año pasado lo que fungió como punto de fusión para los Cowboys quienes a partir de allí serían un equipo completamente distinto; ganarían 5 juegos consecutivos y 6 de los 7 restantes ante equipos sumamente competitivos como los Redskins, los Saints y los Eagles en un par de ocasiones.
¿Podrá la derrota de esta temporada ante los Jets, otro equipo con récord negativo, fungir como punto de fusión al igual que la derrota de la temporada pasada ante los Titans?
Eso no lo sabremos hasta unas cuantas semanas más, pero lo cierto es que la situación del equipo es completamente distinta a la de ese año, y no solo por el récord, sino también por lo afectada que se encuentra la plantilla.
Los dos tackles ofensivos titulares de estos Cowboys se encuentran lesionados actualmente y Amari Cooper, el motor de esa evolución del año pasado, sigue presentando molestias que lo mantienen limitado en su desempeño y muy posiblemente se pierda algunos juegos de los próximos por venir.
Además de las lesiones, el equipo no parece ser el mismo del año pasado, defensivamente hablando. En seis juegos, DeMarcus Lawrence tan solo tiene 2½ capturas, quien a estas alturas de la temporada el año anterior ya poseía más del doble de esa cifra.
Por su parte, Leighton Vander Esch tan solo acumula media captura, más un fumble forzado, ambas jugadas se produjeron en la primera victoria de la temporada contra los Giants. Jaylon Smith cuenta solamente con dos capturas, y muchos momentos en los que se ha sentido inexistente en el campo de juego.
Quien ha lucido mejor a la defensiva en lo que va de temporada es, inesperadamente, el recién llegado de los Dolphins Robert Quinn, quien a pesar de haberse perdido los dos primeros encuentros de la temporada por una suspensión, cuenta con 5 capturas y 2 pases defendidos.
Y aunque queda mucha temporada por desarrollarse, si de algo no queda duda es que la defensiva de los Cowboys debe mejorar sus números si realmente desea seguir siendo contendientes al Super Bowl, o por lo menos emular lo hecho el año pasado donde llegaron a la postemporada.