Por primera vez en casi dos décadas, los Dallas Cowboys tienen una nueva filosofía ofensiva. El nuevo coordinador ofensivo de los Cowboys, Kellen Moore, tiene una filosofía ofensiva que es muy diferente a sus predecesores.
Durante los últimos 20 años, independientemente de los entrenadores o los jugadores, los Cowboys siempre tuvieron la misma filosofía ofensiva. Esa filosofía era correr con el balón, controlar el tiempo de posesión y mantener los puntos cercanos para dar al equipo una oportunidad de ganar el partido en el último cuarto. Con esta filosofía, un equipo puede competir con cualquier otro equipo en la liga, mantener la ofensa del oponente fuera del campo, y controlar el ritmo del partido.
Pero la filosofía era defectuosa. Para controlar el tiempo de posesión, el equipo debía mantener posesión del balón y avanzar poco a poco. Cualquier error o falta, entonces, podría ser fatal. Y cuando se mantiene el puntaje del partido cerca, se regala a los oponentes inferiores también la posibilidad de ganarte en los últimos minutos.
Lo que hemos visto de la nueva ofensa de Kellen Moore en el primer partido de la temporada es un cambio profundo. Ahora, esta ofensa enfatizará en lograr yardas y puntos rápido, sin preocuparse por controlar el balón. En la ofensa de Moore, los Cowboys lanzarán más y lanzarán más profundo. Es una ofensa que ataca constantemente.
Jason Garrett on @1053thefan says the Cowboys are going to try to use tempo and movement on offense.
Welcome to 2019.
— RJ Ochoa (@rjochoa) September 9, 2019
Esta mañana en 105.3 The Fan, el técnico de los Cowboys, Jason Garrett, confirmó que el equipo utilizará un ritmo más rápido, y atacara más de varias formas diferentes.
Jason Garrett on @1053thefan: We tried to make a big emphasis on really focusing how we can use these players and try to be multiple and attack different ways. I thought we did a good job as an offensive staff.
— RJ Ochoa (@rjochoa) September 9, 2019
Consideremos que en 2018 los Cowboys corrieron 43% del tiempo y lanzaron 57%. En el primer tiempo del partido este domingo, lanzaron 30 veces y corrieron solo 14 veces, un porcentaje de corrida del 32% de las jugadas y lances 68%.
Esta diferencia se manifestó más que todo en yardas ganadas por jugada. En 2018, los Cowboys ganaron 5.4 yardas por jugada, 22º en la liga. En cambio, el domingo ante los Gigantes, los Cowboys ganaron 8 yardas por jugada.
Si estuviéramos en el 2018, 8 yardas por jugada ocuparía el primer puesto en la liga!
La diferencia también se manifestó en la zona roja. En el 2018, los Cowboys fueron 29º en la liga en anotar desde la zona roja y 32º (último lugar) en anotar desde primero y gol. ¿Por que? Porque la ofensa fue muy predecible y normalmente corrían en los dos primeros downs y lanzaban en el tercero.
En cambio, con Moore como coordinador ofensivo, los Cowboys entraron a la zona roja dos veces y metieron dos anotaciones. La primera vez, lanzaron a Randall Cobb para 14 yardas y después lanzaron a Witten para el touchdown. La segunda vez, lanzaron de nuevo a Witten para llegar al 5 de los Gigantes y después Elliott corrió para un touchdown.
Es importante decir que sólo fue un partido. Pero lo que parece es que los Cowboys tendrán una ofensa “lanzar primero” bajo el mando de Kellen Moore que aprovechará la fuerza de su mariscal de campo, Dak Prescott. Ellos intentarán anotar lo más que puedan temprano en el partido y preocuparse menos por controlar el reloj.
Con las armas ofensivas que tiene el equipo y con esta nueva filosofía, ahora el cielo es el limite para los Cowboys.