Dilo en Voz Alta: Dak Prescott es el Eslabón Débil en el Sueño de Super Bowl de los Cowboys

En la NFL, aunque contar con una destacada ofensiva o defensa es esencial, el éxito de toda franquicia descansa en gran medida sobre los hombros de su quarterback. Dak Prescott, quien en su momento despuntó como la promesa estelar del equipo, ahora se encuentra bajo un escrutinio intenso, siendo apuntado por muchos como el epicentro de los problemas de los Dallas Cowboys.

Una carrera en regresión

Los números no mienten. Desde su primera temporada en la NFL en 2016, cuando sorprendió al mundo con 23 TDs, 4 INTs y un impresionante 67.8% de tasa de completación, Prescott ha mostrado una tendencia preocupante. Si bien 2021 parecía haber sido su mejor año con 37 TDs y 10 INTs, 2022 evidenció una clara regresión, lanzando 23 TDs y 15 INTs con un 66.2% de tasa de completación.

Los Cowboys han construido un equipo formidable, incluso se ha hablado de una defensa digna de Super Bowl. Sin embargo, dos derrotas consecutivas en los playoffs contra los San Francisco 49ers reflejan que hay un problema. En ambas ocasiones, Dak no mostró el temple necesario para superar la adversidad. Los grandes quarterbacks se crecen en la adversidad, pero Prescott parece desvanecerse.

Se ha hablado mucho sobre el liderazgo de Dak Prescott, ¿pero vemos los resultados en el campo de juego? Prescott tiene un buen desempeño cuando el equipo va adelante y no se le exige hacer demasiado. Pero ante cualquier tipo de adversidad, parece perder la compostura. Su comportamiento en situaciones críticas contrasta con lo que se espera de un quarterback de su calibre.

Analizando el último juego contra los Cardinals

Después de su reciente derrota, Prescott intentó echar la culpa a los medios, afirmando: «Y’all put us on top of the world». Pero, ¿es justo atribuir al media la incapacidad de los Cowboys de convertir oportunidades en puntos? Prescott tenía un bolsillo limpio y aún así cometió errores cruciales, especialmente en la zona roja.

El papel de un líder en un equipo es no solo guiar a sus compañeros, sino también reconocer sus propios errores y aprender de ellos. Dak Prescott, el líder ofensivo de los Cowboys, frecuentemente habla con confianza y abiertamente sobre el potencial del equipo para llegar al Super Bowl. Sus palabras se hacen eco cuando otros miembros del equipo, como Micah Parsons, proclaman audazmente que los Cowboys tienen «la mejor defensa del mundo». Pero, ¿dónde queda la responsabilidad cuando las cosas no salen como se planearon?

La relación entre los jugadores y los medios de comunicación siempre ha sido compleja. Los periodistas tienen la tarea de analizar y relatar, y los jugadores a veces sienten que se les critica injustamente. Pero cuando se cometen errores en el campo, ¿qué papel juegan realmente los medios? Más allá de sus grabadoras y lápices, los medios se convierten en un reflejo de las percepciones del público.

En una jugada específica, Prescott intentó un pase peligroso a Cooks, quien según él estaba «rápidamente» consiguiendo espacio detrás del defensor. Pero al revisar las repeticiones, parece que la realidad fue diferente. Cooks no estaba «rápido» y el defensa no hizo nada excepcionalmente «genial». Los Cowboys se encontraban en una situación de tercer gol en la línea de 6 yardas de los Cardinals. Cuando Prescott retrocedió para lanzar, buscó a Cooks en el fondo de la zona de anotación. Dallas intentó confundir a la defensiva de Arizona con una ruta de poste de Cooks y una ruta externa del ala cerrada Jake Ferguson. Pero los Cardinals no se dejaron engañar, y Cooks estaba bien cubierto. Prescott pasó por alto a Kyzir White justo en medio del campo y lanzó el balón directamente hacia él.

Así es? Miras tu:

KYZIR WHITE. DAGGER.@KyzirWhite8 pic.twitter.com/UYH1S5QeF4

— WVU Barstool (@WVUBarstool) September 24, 2023

¿Un error instantáneo? No realmente. ¿Culpa de los medios? Tampoco. Pero sí, un reflejo de cómo se desarrolló ese día para los Cowboys, quienes, a pesar de avanzar repetidamente en el campo, no pudieron convertir esas oportunidades en touchdowns. Al final del juego, Prescott tuvo un registro de 25 completos de 40 intentos, con 249 yardas, un touchdown y una intercepción. Sus explicaciones fueron curiosas, pero finalmente acertó en su análisis diciendo: “Movimos el balón de arriba a abajo en el campo y simplemente no pudimos anotar. Esa fue la razón de esta derrota”.

Un líder no solo destaca en los buenos momentos, sino que también se responsabiliza en los malos. Parece que Prescott evita, en ciertas ocasiones, asumir la responsabilidad por sus errores. En el deporte de alto nivel, la autocrítica es esencial para crecer y llevar al equipo hacia la victoria.

Los Cowboys tuvieron la oportunidad de anotar múltiples veces dentro de la yarda 10 de Arizona, pero solo lograron dos goles de campo. A pesar de ejecutar 75 jugadas contra las 53 de los Cardinals y dominar la posesión del balón, las estadísticas no se tradujeron en victoria.

En las primeras dos semanas, los Cowboys dominaron a sus oponentes con un marcador combinado de 70-10. Sin embargo, fueron derrotados por un equipo de los Cardinals que muchos consideraban inferior. Este tipo de inconsistencia es preocupante y pone en duda si el equipo puede mantener un alto nivel durante toda la temporada.

El entrenador Mike McCarthy mencionó que cada partido es único y que la liga presenta desafíos semanales. Pero con un quarterback que parece no estar a la altura de las circunstancias, esos desafíos parecen aún más grandes.

El camino hacia el Super Bowl es largo y tortuoso. Mientras que podría parecer justo cargar toda la culpa en Prescott, eso viene con la posición de ser el mariscal de campo del «Equipo de América». El estándar se establece con nombres como Roger Staubach, Troy Aikman e incluso Tony Romo. Los Cowboys tienen el talento y la capacidad para ser campeones, pero necesitan un líder en el campo que pueda guiarlos en los momentos más críticos. Solo el tiempo dirá si Prescott puede ser ese líder o si los Cowboys necesitarán buscar en otra dirección.