Después de una temporada con récord 8-8 está claro que hay muchas cuestiones por corregir. Sobre todo en una franquicia que tenía como objetivo por lo menos jugar el Super Bowl y ni siquiera logró clasificar a los playoffs. Si a eso se agrega que más de la mitad del roster serán agentes libres, entonces muchos cambios son prácticamente inevitables.
Así es que hay una gran cantidad de cosas que la gerencia de los Cowboys puede hacer si quiere volver a levantar el trofeo Vince Lombardi. Si bien no hay garantías absolutas, existen muchas opciones para los Jones a la hora de armar un equipo competitivo. Sin embargo, hay tres que están obligados a hacer para que Dallas tenga alguna chance.
Extender el contrato de Dak Prescott
Por más altibajos que tenga, Dak Prescott es el mariscal de campo franquicia de los Cowboys. Ningún equipo de la NFL puede siquiera competir sin un quarterback de nivel por la importancia del puesto en el deporte. Personalmente no soy fanático de Prescott, pero no hay ninguna duda de que es la mejor opción hoy en día y creo que por mucho tiempo.
Hay que tener en cuenta que encontrar un reemplazante allí es lo que desvela a las franquicias en reconstrucción por lo difícil que es. A Dallas le costó solamente una selección compensatoria de cuarta ronda conseguirlo y no debería dejarlo ir. Las mejores alternativas en la agencia libre son meras utopías. Algo muy lejano que hasta en los sueños parece irreal.
Pensar que Tom Brady o Drew Brees podrían dejar sus franquicias a estas alturas de sus respectivas carreras no es lógico. Alguien con trayectoria que también será agente libre es Philip Rivers, pero la pasada temporada se vio que está en declive. Ryan Tannehill no es muy diferente a Dak en su juego, incluso creo que está un nivel por debajo. Aparte de eso, en los playoffs quedó demostrado que cuando Derrick Henry fue contenido, él no salvó a los Titans.
A eso hay que agregar que no hay ningún QB en el draft que pueda ser titular inmediatamente. La única excepción es Joe Burrows, pero es imposible que llegue a Dallas. Los otros prospectos podrían ser suplentes o apuestas a futuro.
Creo que por más imposible que suene, por una vez Jerry Jones tiene que dejar de querer ser el protagonista de la película. Ya lo hizo con Ezekiel Elliott y le salió muy mal. Porque no sólo terminó firmándole un contrato de casi 100 millones de dólares, sino que fue el gran responsable de que el RB no estuviera en el campamento de entrenamiento.
Los Jones deben entender que la batalla con Prescott está perdida. Que el argumento de que ser un Cowboy cuesta un precio para intentar pagarle menos a los jugadores no sirve de nada en este caso. Tal como sucedió con Zeke, es el protagonista quien tiene toda la ventaja. Pero en el caso de Dak es aún mayor. No simplemente porque él sí será agente libre. Principalmente por el puesto que ocupa.
Elliott no se presentó con el resto del equipo hasta la semana del juego inaugural luego de firmar su extensión. Pero eso no presentó tantos inconvenientes porque el puesto de corredor no es tan decisivo para el entendimiento de la ofensiva. Se sabía que podía jugar inmediatamente. Sin embargo, si Prescott repite eso por no querer competir bajo la etiqueta de jugador franquicia, entonces los Cowboys estarán en grandes aprietos. Recordando como algo nada menor que casi todo el staff será nuevo.
Dallas tiene que tomar una decisión rápida. Por una vez, el drama tiene que ser evitado. Si los Cowboys quieren a Prescott, van a tener que pagar. Ya lo saben. Entrar en el tire y afloje de una negociación interminable significará otra pérdida de tiempo. Sería muy desprolijo que Mike McCarthy no sepa quién será su QB cuando comiencen los entrenamientos.
Invertir en la línea defensiva
Muy próximamente habrá huecos por todos lados en el roster si se tiene en cuenta que la mayor parte serán agentes libres. La defensiva es el lugar donde más foco se deberá hacer. Pero el sector que puede determinar la competitividad de la unidad es la línea.
Robert Quinn fue el mejor defensivo del equipo. En mi opinión, también fue el más destacado de todo el equipo teniendo en cuenta lo que se dio a cambio por él. Pero Quinn podrá elegir su destino cuando inicie el nuevo año de la NFL, por lo que podría recibir ofertas muy altas de otros equipos por sus 11.5 capturas conseguidas.
A su vez, Maliek Collins está en una posición similar. Del resto de los linieros hay muchos importantes en la rotación que también podrían irse. Por eso es que existe la posibilidad de rearmar la línea defensiva y no se debe fallar.
Los linebackers y los backs tuvieron muchos problemas. Si los Cowboys no retienen a Byron Jones y Leighton Vander Esch no se recupera completamente, podrían surgir muchos problemas. Sin embargo, a pesar de la importancia de las otras partes de la unidad, sin una línea defensiva competitiva no se puede llegar a ningún lado.
Por más buenos que sean los linebackers y los perimetrales, no se puede frenar el ataque terrestre ni el juego aéreo si se pierde la batalla en la línea de scrimmage. Al contrario, un frente dominante repercute para bien en el resto del equipo. Así es que deberá ser un tema importante el armado de una línea defensiva muy competitiva.
Draftear bien
No hay mejor forma de reforzar a un equipo que el draft. Uno de los problemas en la liga suele ser el espacio salarial. Conseguir a buenos prospectos en este evento permite adquirir a posibles jugadores de impacto a un muy bajo costo.
Obviamente no es un proceso nada fácil. Por más estudio que haya, está muy lejos de ser una ciencia exacta. Son innumerables las historias de jóvenes elegidos en la primera ronda que no cumplen con las expectativas. Existen también cientos de apuestas en las rondas tardías que se convierten en estrellas.
Los Cowboys tuvieron últimamente suertes dispares. El último no dio ningún fruto interesante en este breve período, a excepción de la promesa que pueda generar Tony Pollard. En 2018 fueron elegidos Leighton Vander Esch, Connor Williams y Michael Gallup, tres titulares indiscutidos.
Un fracaso podría considerarse el de 2017, donde hasta la selección de primera ronda Taco Charlton fue una decepción. Pero si Dallas logra aunque sea acercarse a lo que hizo en 2016, las esperanzas aumentarán. Ese año fueron elegidos Elliott, Jaylon Smith, Maliek Collins y Prescott, cuatro pilares fundamentales del equipo.
Hay que resaltar que en los últimos tiempos los Cowboys acertaron casi siempre con su selección de primera ronda. Charlton es la única excepción que aparece como un pick desperdiciado. Teniendo en cuenta que Dallas no pudo elegir allí el año pasado por haber enviado esa selección a los Raiders a cambio de Cooper, generalmente hubo buenas decisiones.
Las tres cosas que necesitan los Cowboys para ser contendientes al título es que primero el dueño se haga a un lado y dejar que alguien profesional tome el puesto de gerente general, segundo que Jerry se haga a un lado y dedicarse a firmar cheques, tercero que se haga a un lado y dejar que el staff de coacheo haga su trabajo libremente y al final que rindan cuentas.
Comments are closed.