Si bien es cierto que la atención en los Dallas Cowboys se va a centrar en sus estrellas, en el campamento de entrenamiento hay una oportunidad para los jugadores que quieren emerger. De hecho, es un chance para todos aquellos que buscan un lugar en el roster de 53 jugadores. O en su defecto, ser parte del equipo de práctica.
Uno de los mejores rasgos de Jason Garrett como entrenador en jefe es que permite que la lista tenga cierta apariencia de una meritocracia. Con respecto a este tema, podemos comenzar con el tackleador defensivo Antwaun Woods. Los Cowboys lo firmaron por un contrato pequeño de dos años de poco más de un millón de dólares. Esto puede ser un indicador que formará parte del roster.
Además de él, otro que puede sorprender es el novato Ricky Walker. El tackleador defensivo, a pesar de no contar con tanta longitud y fuerza, tiene otras características. Walker utiliza su rapidez engañosa y sus manos activas para penetrar y causar estragos. Como lo demuestran sus 10,5 de promedio de tackles for loss en Virginia Tech en 2018. El jugador se sabe mover en espacios reducidos, y a pesar de no ser muy fuerte, siempre permanece activo. Este es un rasgo que Rod Marinelli ama en sus grupos defensivos.
A pesar de los aspectos positivos, Ricky lo tiene difícil ya que hay seis tackleadores defensivos por delante de él. Antwaun Woods, Maliek Collins, Christian Covington, Trysten Hill, Daniel Ross, Daniel Wise y siete si contamos a Tyrone Crawford también como DT. De cualquier manera, tiene grandes posibilidades de formar parte del equipo de práctica como mínimo.
Otro caso en particular es el del receptor abierto Devin Smith. Este es uno de esos casos en donde un jugador con una gran velocidad es víctima de las lesiones, llegando a tal punto de considerar el retiro. Sin embargo, el jugador afirma que tiene mucho para dar y en enero de 2019 firmó un contrato de reserva con los Cowboys.
Este año se espera que las lesiones queden atrás y que vuelva a sus increíbles números en la Ohio State University. En donde logró un promedio de 28.2 yardas por recepción en su último año. De llegar a mantener esa combinación de velocidad y control corporal, podrá obtener un lugar en el roster o al menos, en el de otro equipo.
Por otro lado, el linebacker Kyle Queiro es otro jugador que busca un puesto en el roster. Proveniente de Northwestern, el jugador fue escogido por los Cowboys como agente libre en 2018. Lamentablemente, no pudo ser parte del draft porque su tiempo de carrera de 40 yardas se consideró lento en comparación con otros backs defensivos. Sin embargo, lo intentó como linebacker en el campamento de entrenamiento esa temporada. Al obtener buenos resultados, firmó para el grupo de práctica.
Actualmente, tiene un contrato de reserva que firmó en enero de 2019. A pesar de su falta de velocidad, Queiro cuenta con una gran calidad para interceptar. Otro aspecto a tomar en cuenta es que mide 1,88 metros y pesa 104 kilos, lo cual se considera pequeño para el estándar de un LB. Y si esto fuera poco, tendrá que trabajar muy duro para hacerse notar con linebackers de la talla de Jaylon Smith y Leighton Vander Esch.
Sin embargo, si le toca competir por un puesto con jugadores como Justin March-Lillard y Chris Covington, tiene altas posibilidades de sorprender y ser parte del roster.
Estos jugadores buscarán impresionar durante el campamento de entrenamiento y obtener los mejores resultados. Esperamos tener muy buenas noticias de ellos en el futuro. Y que al menos, puedan ser tomados en cuenta si no es para el roster, entonces para el equipo de práctica.
