Las preocupaciones en cuanto a las renovaciones de contrato en la franquicia de Dallas son el tema principal en este receso y continuarán siéndolo durante el campamento de entrenamiento en caso de que no logre resolverse. Luego de quedar resuelta la situación de Demarcus Lawrence, quien firmó un acuerdo por cinco años con un valor de 105 millones de dólares, será prioritario para Jerry Jones poner el foco en Dak Prescott, Ezekiel Elliott y Amari Cooper.
Dak Prescott
El caso más claro pareciera ser el de Prescott. Por la posición del campo que ocupa, los Cowboys saben que no pueden dejar ir a un jugador que les dio resultados en sus tres años con el equipo porque además es una tarea muy complicada la de conseguir un mariscal de campo confiable. Con los contratos firmados tiempo atrás por Aaron Rodgers, Russell Wilson y Matt Ryan, por ejemplo, los valores de este puesto aumentaron en gran medida. Así es que Prescott podría renovar su contrato y firmar uno multianual por cerca de 30 millones por año.
Si bien para muchos las cifras que se manejan a su alrededor dan la sensación de ser muy altas comparando su nivel con el de los tres QBs mencionados anteriormente, hay que resaltar que ese número lo tiene más que merecido teniendo en cuenta los acuerdos que lograron Kirk Cousins y Jimmy Garoppolo, cuyos salarios superan ampliamente sus producciones en el campo de juego.
Ezekiel Elliott
El segundo jugador a tener en cuenta es Ezekiel Elliott. Este es un caso particular, ya que la posición de corredor suele generar polémicas a la hora de pagar grandes cantidades de dinero. Uno de los motivos es por el uso que tienen, lo que lleva a que no sean tan productivos durante mucho tiempo por el desgaste y las lesiones que ocurren en un lugar en el que se reciben muchos golpes. Además, no suele ser tan difícil encontrar talentos en el draft en rondas medias que sean capaces de producir en buen nivel. Sin embargo, al igual que sucedió con el mercado de los mariscales de campo, los nuevos contratos que obtuvieron Le’Veon Bell en su paso a los New York Jets y Todd Gurley en su renovación con Los Angeles Rams son un indicio de que ya no es tan barato mantener a un running back estrella como lo era antes.
Si bien técnicamente el caso de Zeke no debería ser tan urgente porque recién está en su cuarto año del contrato de novato y Dallas podría hacer uso de su opción de quinto año para seguir teniéndolo bajo un salario muy bajo para su nivel, los Cowboys buscarían iniciar negociaciones para asegurarse a Elliott por mucho tiempo y que no se le pase por la cabeza no presentarse a los entrenamientos y empezar una serie de polémicas como sucedió con Bell en los Steelers. Elliott tiene como punto de referencia a Gurley, a quien también le renovaron su vínculo antes de su cuarta temporada, y su valor podría llegar a los 16 millones por año.
Amari Cooper
El tercer miembro del Big Three es Amari Cooper, que llegó traspasado desde los Oakland Raiders en la mitad de la temporada y cambió el destino de la campaña. El receptor abierto está en su último año del contrato de novato y podría ser agente libre sin restricciones una vez finalizada la temporada. Aunque no hay que alarmarse mucho con esta cuestión ya que los Cowboys se están moviendo para tratar de llegar a un acuerdo. Está claro que cuanto más se demoren las negociaciones, más caro va a salir retenerlo. En este puesto los que elevaron la vara en una enorme manera fueron Odell Beckham Jr. al ser traspasado a los Cleveland Browns y Antonio Brown al irse a los Raiders. Pero, además, los valores podrían subir si finalmente los Atlanta Falcons llegan a un acuerdo con Julio Jones.
A pesar de que Cooper muy probablemente no esté a la altura de estos grandes receptores, eso no va a impedir que reciba una gran suma de dinero, algo que está presionando para obtener. La cifra de la que se habla es de unos 18 millones de dólares por año, aproximadamente. En el caso de Cooper, llamaría mucho la atención si la gerencia de los Cowboys no lograra un acuerdo, teniendo en cuenta que hace muy poco dieron una selección de primera ronda a cambio de él.
Así es que Dallas tiene espacio salarial para poder mantener a sus tres estrellas. El próximo problema será cómo retener en un futuro a Byron Jones y quizás ahí sí tenga que desprenderse de algún jugador importante para cumplir con las normas de la NFL. A pesar de que haya mucho optimismo por retener a las tres figuras del equipo, será necesario darles un cierre temprano a estas historias antes de que se transformen en grandes problemas como le sucedió a los Pittsburgh Steelers la temporada pasada y que afectaron enormemente la parte deportiva.