Al receptor abierto número 1 de los Cowboys se le fue hecha una resonancia magnética el pasado miércoles la cual reveló que tenía un hematoma en su rodilla izquierda que lo dejaría fuera de la práctica del día siguiente; sin embargo, Cooper espera practicar el día de hoy viernes y estar presente para el juego de domingo por la noche ante los Vikings.
Cooper dijo que agravó una lesión que habría sufrido durante la semana de práctica anterior al juego en Nueva York, la cual le obligó a no terminar la práctica del jueves pasado, agregó, pero no se consideraba grave; no hubo necesidad de una resonancia magnética ni nada. “No creía que recaería hoy porque estaba bien”, dijo Cooper. “Pero ya sabes, las cosas pasan”.
Es preocupante la cantidad de lesiones que Cooper ha presentado a lo largo de la temporada, a pesar de que todas han sido “leves”, y es que este lidió con una lesión en el pie durante los campos de entrenamiento, y ha estado luchando con problemas de tobillo durante la mayor parte de la temporada.
Además sufrió una contusión en el cuádriceps que lo obligó a abandonar el partido del 13 de octubre contra los New York Jets que terminaría en derrota, y agregar una lesión de rodilla a la mezcla podría ser demasiado, aunque Cooper afirme que se encuentra “bien”.
Cooper lidera a los Cowboys con 42 recepciones para 701 yardas y seis anotaciones, todo eso cargando con las lesiones en el pie, tobillo, cuádriceps y ahora de rodilla.
“Me refiero a que, quiero jugar, para poder poner números que ayuden a mi equipo a ganar”, dijo Cooper. “Lo que sea que tenga que hacer para hacer eso, me parece bien.”
Lo saludable que estará para el juego del domingo es algo que se sabrá en las prácticas de los próximos días, pero en caso de jugar con molestias no sería la primera vez que lo hiciera ya que, como dicho por el mismo, Cooper ha tenido las mejores actuaciones de su carrera acarreando lesiones.
¿Podrá seguir siendo el mismo jugador tan productivo e importante para los Cowboys luego de esta lesión?