Normalmente cuando se piensa en un entrenador en jefe de un equipo de la NFL, a la mayoría se le viene a la mente una figura estricta que ejerce el control sobre sus jugadores de manera autoritaria, y que obliga a los jugadores a adaptarse a él.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y cada vez se ven menos este tipo de entrenadores en la liga, siendo ahora más común el tipo de entrenador abierto, y aquel que se adapta a sus jugadores en vez de ellos a él.
Tal cual es la doctrina que quiere implementar McCarthy tras su llegada Dallas. No habrá un cambio radical en el equipo al cual los jugadores se deban adaptar, y el entrenador en jefe fue muy claro en ello. “Si hay varios esquemas que funcionan, ¿por qué cambiarlos”.
La mayor duda que existía con respecto a McCarthy y su llegada a la estrella era qué iba a acontecer con la defensa.
McCarthy es conocido por haber dirigido defensas con un esquema 3-4 durante toda su carrera como entrenador, mientras que los Cowboys llevan utilizando la defensa 4-3 por más de una década, y de ser necesario un cambio, los Cowboys muy probablemente no hubiesen contado con las piezas necesarias.
Pero el ex-entrenador empacador afirmó hace poco que los Cowboys seguirán presentando su defensa 4-3. “Creo que si tienes un sistema de defensa en el que necesitas a un determinado jugador para que encaje en él, estás limitando tu departamento de personal”, dijo McCarthy, añadiendo que los Cowboys emplearán un frente de cuatro hombres pero lo mezclarán cuando sea necesario.
McCarthy ha declarado repetidamente que ha puesto su ego a un lado en pro del equipo, y esto es algo que se ha notado desde su corta estadía en Dallas.
Algo que había sido desconocido en Dallas por más de 10 años.
¿Será este el cambio que necesitaban los Cowboys para volver a lo más alto de la NFL?
