La espera para ver los Cowboys jugar de nuevo ya terminó, y parece que esa espera valió la pena para los fans. Los Cowboys se sacudieron en un inicio tambaleante para dominar sus rivales en la NFC Este los Giants de Nueva York con un marcador 35-17 en un partido que nunca tuvo ningún riesgo para Dallas.
Desde el principio, la defensa joven de los Gigantes no pudo competir con la nueva ofensa del innovador coordinador ofensivo Kellen Moore. Los Gigantes hicieron los primeros puntos, se encendieron cuando el novato del año de 2018, Saquon Barkley, corrió para 58 yardas y Engram atrapó un touchdown. Pero resulta que fue su última anotación hasta el último cuatro.
El mariscal de campo de los Cowboys, Dak Prescott, mostró que ha aprendido mucho bajo la tutela de su coordinador ofensivo Kellen Moore y el técnico de quarterbacks Jon Kitna. El cambio no podría ser más profundo; los Cowboys en 2018 fueron últimos en la liga en anotar desde la zona roja. En cambio, hoy en el partido los Cowboys anotaron en cada viaje a la zona roja.
Prescott estaba cómodo detrás de su línea ofensiva toda la tarde, desarmando la defensa de los Gigantes metódicamente. Prescott completó 25 de sus 31 pases intentados para 405 yardas por aire y 4 anotaciones, la más grande fue un lance perfecto a Amari Cooper en la zona roja al final del primer tiempo.
Los Gigantes también movieron el balón pero sin meter puntos. Perdiendo 28-10, los Gigantes se arriesgaron intentando en el 4th down en la zona roja, y “tanque”, DeMarcus Lawrence, tumbó a Manning para terminar el drive y recuperar el balón.
Pero la estrella del partido fue nada más que Michael Gallup. Gallup estuvo abierto toda la tarde, y Prescott lo buscó para 7 recepciones y 158 yardas.
Con esta victoria, los Cowboys tiene registro de 1-0 y el próximo domingo viajarán a Washington, DC para enfrentar los 0-1 Redskins de Washington.
