El calendario completo de la NFL ha sido revelado esta semana, y los Dallas Cowboys, bajo la dirección de Mike McCarthy, enfrentarán desde el inicio desafíos nada despreciables. El rendimiento del equipo en los primeros partidos será un componente esencial para el éxito de toda la temporada y brindará a los aficionados un indicador temprano de si este equipo puede competir por el campeonato este año.
Los primeros cinco juegos de los Cowboys son contra los Giants en Nueva York, de vuelta a casa contra los Jets, una visita a los Cardinals en Arizona, de vuelta en casa contra los Patriots, y finalmente, en San Francisco contra los 49ers. Es un inicio de temporada que presenta una prueba significativa.
Con McCarthy asumiendo la responsabilidad de llamar a las jugadas ofensivas, después de despedir a su coordinador ofensivo en una movida audaz en la temporada baja, es probable que tengamos una idea temprana de cómo los Cowboys pueden presentarse en la próxima temporada. La adaptación a los grandes cambios realizados en esta temporada baja, que incluyen dos intercambios significativos, uno en ofensiva y otro en defensa, será crítica.
Los New York Giants no serán un oponente fácil, ya que Daniel Jones mostró signos prometedores la temporada pasada. Además, el histórico rival de Dallas, Aaron Rodgers, quien tiene un récord de 3-0 en sus tres visitas previas al AT&T Stadium, vendrá a la ciudad con el uniforme de los New York Jets.
La defensa de los Jets es vista por muchos como una de las mejores de la liga, y con una ofensiva que carecía de un mariscal de campo veterano que aprovechara las armas disponibles, el equipo del entrenador Robert Saleh será una proposición desafiante.
Dallas luego enfrentará a los Cardinals en reconstrucción, quienes estarán sin Kyler Murray. El viaje al State Farm Stadium a menudo se siente como otro juego en casa para los Cowboys; este podría ser el “partido para tomar aire”.
Luego, el entrenador Bill Belichick y su misterioso equipo de los Patriots llegarán a Dallas en la Semana 4 en lo que podría ser un partido intrigante. Los Cowboys solo han ganado uno de sus últimos siete enfrentamientos con Nueva Inglaterra desde 1999.
Concluyendo las primeras cinco semanas, los Cowboys enfrentarán uno de los desafíos más difíciles en el fútbol: los 49ers de San Francisco en el Levi’s Stadium.
En un reencuentro del enfrentamiento divisional de la temporada pasada, los Cowboys sin duda buscarán venganza. Si el equipo de McCarthy logra asegurar una victoria aquí, podría sentar las bases para un profundo recorrido en los playoffs, basándose simplemente en el fortalecimiento de la confianza.
Pero McCarthy no está dejando nada al azar. Reconociendo las deficiencias del equipo, hizo cambios importantes durante la temporada baja, despidiendo a su coordinador ofensivo, asumiendo él mismo las jugadas ofensivas, y realizando dos grandes intercambios, uno en ofensiva y otro en defensa.
El renovado equipo de los Cowboys, tanto en ofensiva como en defensa, estará a prueba desde el inicio de la temporada. Si bien los equipos no pueden ganar el Super Bowl en septiembre, ciertamente pueden perder terreno
en la carrera hacia él, y con un calendario tan exigente desde el principio, los Cowboys buscarán iniciar la temporada de manera prometedora, aunque encontrarán este desafío complicado.
La clave para la temporada de este año podría estar, en gran medida, en el rendimiento del equipo durante el mes de septiembre. Con los cambios estratégicos hechos por McCarthy y la fortaleza de sus primeros oponentes, los Cowboys enfrentarán una prueba de fuego temprana que podría definir el tono y la dirección del resto de su temporada.
