El domingo por la noche Dallas y New Orleans jugarán un partido en el que hay muchas expectativas. Con playmakers de los dos lados, todos esperan que salga un gran duelo entre dos equipos que tienen récord ganador hasta el momento. A pesar de la ausencia de Drew Brees, los Saints consiguieron un muy buen triunfo en Seattle y están 2-1. Los Cowboys, en cambio, aprovecharon su fixture bastante favorable para situarse 3-0.
Jaylon Smith y Leighton Vander Esch
Esta es la primera cuestión a la que hay que prestarle atención ya que será fundamental para el éxito o no de los Cowboys en el Superdome. Sus lecturas de juego y velocidad serán puestas a prueba realmente contra New Orleans por primera vez en la actual campaña. Giants, Redskins y Dolphins no tenían con qué preocupar a Dallas en líneas generales. Aunque ante New York en el inicio de la temporada, Saquon Barkley por momentos sí fue desequilibrante.
A quien tendrán como principal objetivo esta vez será a Alvin Kamara, uno de los corredores más versátiles de la liga. Kamara tuvo un juego excelente la semana pasada ante una defensiva tan consolidada como la de los Seahawks. Aunque el RB de los Saints puede lastimar de diferentes maneras, si hay dos jugadores que pueden cubrirlo por las diferentes habilidades que tienen, esos son Vander Esch y Smith.
Byron Jones
Sin llamar mucho la atención, Byron Jones está teniendo un buen comienzo de temporada. Está claro que no enfrentó a ningún receptor de elite, pero eso no deja de lado las acertadas coberturas que está teniendo. Aunque ahora sí será probado con una exigencia muy grande.
El WR que estará al frente no es otro que Michael Thomas, por lo que el desafío será muy grande. Jones va a necesitar una excelente actuación para frenar a Thomas y que tenga el menor impacto posible. La ayuda que reciba de los safeties también va a ser determinante.
Presionar a Teddy Bridgewater
Esta parte del juego es la que todavía sigue en deuda por la baja producción que está teniendo con respecto a las expectativas que había generado en el campamento de entrenamiento. Aunque ante los Dolphins regresó Robert Quinn de una suspensión y comenzó oficialmente su carrera con los Cowboys consiguiendo una captura.
Según una estadística de ESPN, DeMarcus Lawrence fue doble marcado en un 35% de las jugadas en las que estuvo en cancha. Este valor representa el número más alto para alas defensivos en las primeras tres semanas de la temporada. Añadir a Quinn a la línea defensiva podría generar más duelos individuales, situación que ambos deberán aprovechar.
Con las diferentes alternativas que tiene Teddy Bridgewater a disposición, presionarlo será fundamental para que la defensiva saque el juego adelante. Si se le quita tiempo para lanzar, hay más chances de conseguir intercambios de balón o pases imprecisos.
Dak Prescott
Sorprendiendo para bien a muchos, Dak empezó con todas las luces. Una serie de rendimientos que deberá revalidar en New Orleans. En un estadio como el Superdome en el que todavía no jugó, tendrá que sacar a relucir todas las mejoras que le agregó a su juego porque enfrente habrá una defensiva que lo apurará más que los rivales anteriores.
También va a ser interesante ver cómo sigue mejorando esa conexión con Amari Cooper que tanto beneficio les está trayendo a Dallas. El QB y el WR se combinaron para 238 yardas y cuatro anotaciones. Este duelo será una nueva oportunidad para que Dak continúe involucrando receptores ya que Michael Gallup volverá a estar afuera.
Controlar el tiempo de posesión
En caso de que todos los duelos entre la defensiva de los Cowboys y la ofensiva de los Saints terminen ocasionando muchos problemas para la franquicia tejana, tomará aún mayor importancia lo que se haga con el balón. No sólo en lo directamente vinculado a sumar puntos.
Kellen Moore seguramente incluirá en el plan de juego muchos más acarreos que lo habitual y la razón es muy simple. Si se tiene enfrente a jugadores como Kamara y Thomas, la mejor posibilidad de complicar sus tareas es dejarlos afuera del campo. Por eso habrá que dejar que Zeke consuma el tiempo del reloj estirando las series ofensivas con ataques por tierra.