Desde el arranque del campamento de entrenamiento en Oxnard, el corredor de los Cowboys Zeke Elliott se ha mantenido ausente. El jugador se ha puesto en huelga y busca una mejora en su salario. Pero por donde se mire, esto se ha convertido en una situación fuera de control. Tanto para el jugador como para el equipo.
Con las renovaciones tanto de Dak Prescott como Amari Cooper, Zeke esperaba un trato igual. El jugador aún tiene dos años más de contrato como novato. Esta ha sido la razón por la que los Cowboys no le han dado prioridad a su situación. Y el corredor ha decidido simplemente no aparecer ni siquiera en el charter que los llevaría a Oxnard desde Dallas esperando que el club acepte sus demandas. Elliot por el momento se encuentra en México, específicamente en Los Cabos, esperando una respuesta a todo este asunto.
Sin embargo, Elliott se ha metido en un gran problema económico. Todd Archer de ESPN señala una información de gran interés. Esta situación tiene más de seis días, y los Cowboys pueden venir por una parte del bono de la firma del corredor. Que es un poco más de 613 mil dólares. Aparte de esto, se va a añadir un 1% adicional por cada día que pierda hasta un máximo de 25%. Eso le podría costar a Elliott la cantidad de 1,02 millones de dólares. En adición, están los 40 mil dólares en multas diarias que se pueden evaluar por faltar cada día. Pero ambas partes siguen hablando de un acuerdo a largo plazo.
Por supuesto, los Cowboys quieren tener a Zeke en el nuevo plan ofensivo que se quiere manejar esta temporada. En tres años, el corredor ha sido líder en yardas por acarreos durante dos de esas tres campañas. De no llegar a un acuerdo, las represalias hacia el jugador pueden ser enormes.
Aparte de todo lo que ha mencionado Todd Archer, por cada partido de pretemporada que se pierda, es otra multa de más de 200 mil dólares por encuentro. Y en todo caso que Elliott no aparezca antes del seis de agosto, pierde una “temporada acumulada”. Significa que incluso si llega a firmar un nuevo acuerdo y juega más adelante, esta temporada no contará para un año en su contrato. Pero esto no es todo, si Zeke no aparece una vez que comience la temporada, comenzará a perder sus cheques por encuentro.
Lastimosamente, toda esta situación se le ha ido de las manos al jugador. No tiene la influencia suficiente para solicitar una renovación de este tipo. Además, los Cowboys tienen un plan de respaldo por si todo sale mal. El pasado 29 de julio, firmaron a Alfred Morris, proveniente de los 49ers. La gran ventaja que tiene este corredor es que fue el sustituto de Zeke durante las temporadas 2016 y 2017, por lo que conoce muy bien al equipo. Sin embargo, no tiene contrato fijo y será puesto a prueba esta pretemporada. Después de todo, tiene que adaptarse a los cambios ofensivos que está ofreciendo el nuevo coordinador Kellen Moore.
Se espera que esta situación se pueda solventar lo más rápido posible. Ya que Zeke tendrá que tomar una decisión, o se mantiene en México presionando por un arreglo salarial o vuelve a Oxnard de una vez por todas para entrenar con el equipo.