Siguen los problemas en el cuerpo técnico de los Cowboys. El domingo por la noche, llegó otra derrota ante los Minnesota Vikings. Lo más doloroso del asunto es que era un encuentro que se podía ganar. Sin embargo, a menos de dos minutos de terminar el encuentro, se llamaron a dos jugadas de acarreo consecutivas que quedaron en nada. Esto ha provocado la ira de los fanáticos, y nuevamente se pide la responsabilidad de Jason Garrett en esto.
De acuerdo con el entrenador en jefe de Dallas, no tiene ninguna responsabilidad en el asunto. Aparentemente, esas dos jugadas de acarreos consecutivas tienen que ver con decisiones de Kellen Moore, su coordinador ofensivo.
“Kellen llama las jugadas”, afirmó Garrett. “En esa situación de segunda y dos, sintió que tenía una gran oportunidad de correr el balón en ambas situaciones. En cada una de esas dos jugadas teníamos más opciones aparte de los acarreos”.
Jason Garrett on @1053thefan on the two run plays late: “Kellen’s calling the game. In that situation it’s 2nd and 2. He felt like he had a good opportunity against a favorable box to run the ball in those situations. On each of those plays we had options beyond just the run.”
— Jon Machota (@jonmachota) November 11, 2019
Lo negativo de todo este asunto es que Garrett le pase la responsabilidad a Moore. Esto es algo que viéndose desde cualquier punto de vista externo, no está bien. Se supone que Garrett es el entrenador en jefe, y debe asumir las responsabilidades cuando las cosas salen mal. No es solo dar la cara cuando las cosas están de maravilla. Con lo que acaba de decir, solo está lanzando a Moore a los leones y queriendo librarse de toda culpa.
De hecho, en la cadena de mando Jason está más arriba, y si en todo caso, Kellen es quien está fallando, la llamada de atención se tenía que hacer al momento. Cuando afirma que habían más opciones, entonces se tenían que ejecutar. Por ejemplo, un pase a Amari Cooper, quien logró un gran Touchdown sosteniéndose con la punta de sus dedos. En donde tuvo una noche para 11 recepciones y 147 yardas. Y hasta la fecha, sigue siendo el mejor socio de Dak Prescott en lo que se refiere a jugadas de pase.
Sin embargo, la opción por la que se optó y que no fue la más acertada, fue la de Zeke Elliott. Quien ya tenía un partido para el olvido, y en donde solo logró 47 yardas en 20 acarreos. No se puede depender de un jugador con una mala noche en una situación así. Claro está, no se está dudando de la calidad de jugador de Elliott, sino que hay momentos en donde las cosas no se van a dar. Y en su caso, simplemente no fue su noche.
Si miramos las estadísticas, en primera oportunidad Dallas lanzó el balón un total de 14 veces para 108 yardas. Pero si hablamos de los acarreos, la producción es muy pobre. Con 16 intentos y apenas 39 yardas. La defensa de Minnesota es de las mejores en la liga sin permitir muchas yardas por acarreos. Es algo que ya se sabía, por lo que jugar de manera tan conservadora sería fatal. Durante la Semana 9, los Vikings eran novenos defendiendo los ataques por tierra. Tras el juego con los Cowboys, ahora son los séptimos.
Igualmente, hay un jugador que se niega a formar parte de esta controversia y es Dak Prescott. “Hay que volver y mirar la situación”, dijo Prescott. “No quieres dejarles mucho tiempo en el reloj. No voy a cuestionar las llamadas de las jugadas. Habían oportunidades, solo teníamos que hacerlo mejor y ejecutarlas, tan simple como eso. Cualquier jugador en el vestuario diría eso”.
El vestuario de Dallas se ve sumamente unido, y saben que si uno se equivoca, se equivocan todos. No es la impresión que da el cuerpo técnico, en donde para bien o para mal, Garrett tiene que asumir las fallas. Ahora queda preparar el encuentro en condición de visitante ante los Detroit Lions, y evitar este tipo de situaciones nuevamente. El objetivo sigue siendo la postemporada, y con este tipo de actuaciones se puede poner cuesta arriba.
