El miércoles anterior a comenzar la temporada Ezekiel Elliott firmó la extensión de contrato que tanto quería y comenzó a entrenar con sus compañeros con el partido inaugural ante los Giants en el horizonte. Por si hay algún fanático de los Cowboys desprevenido hay que recordar que esa fue su primera práctica con el equipo luego de estar de huelga durante todo el campamento de entrenamiento a la espera de un nuevo acuerdo.
Mientras todos se preparaban en Oxnard, California, primero, y en Frisco, Texas, después, Elliott lo hacía por su cuenta en Cabo San Lucas, Mexico. Si bien los corredores estrella no suelen jugar en los partidos de pretemporada, el hecho de practicar sin contacto alguno podía hacer que tardara en encontrar el ritmo. Eso sucedió contra New York jugando en Texas, algo totalmente lógico teniendo en cuenta que una semana antes del partido ni siquiera sabía si iba a jugar.
Aunque no se entrenó con el equipo, perdiéndose también las primeras prácticas con Kellen Moore como el nuevo coordinador ofensivo, Zeke logró tener el mejor inicio de temporada de su carrera. A pesar de entrar un poco oxidado al duelo contra los Giants donde apenas sumó 53 yardas terrestres, logró una anotación por esa vía.
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(via @NFL)
— PFF (@PFF) September 8, 2019
Con más días de preparación, ante los Redskins se vio una gran versión suya volviendo a superar las 100 yardas. En total consiguió 111 y otro touchdown por tierra para complementar el gran ataque aéreo que está demostrando Dallas. Además, fue muy importante para definir completamente la tarde. Más allá de los diez puntos de ventaja que había en el marcador, tuvo un par de jugadas que hicieron que el reloj llegue a cero consiguiendo el 1ro y 10 decisivo.
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— Dallas Cowboys (@dallascowboys) September 15, 2019
En estos dos encuentros totalizó entonces 164 yardas por tierra en 36 intentos, promediando 4.6 por acarreo, agregando a su producción una anotación en cada presentación. Esta es la mejor marca en las cuatro temporadas que lleva como profesional tras ser drafteado en 2016.
En su estreno con los Cowboys tuvo en total 134 yardas y dos TD, frente a los mismos rivales que esta vez. En su segunda campaña comenzó con 104 ante los Giants pero apenas consiguió ocho contra los Broncos en un partido para el olvido. El año pasado también comenzó lento, logrando 147 y dos anotaciones, sumando los choques con los Panthers y los rivales divisionales neoyorquinos.
Elliott tendrá la gran chance de seguir aumentando su buen número cuando enfrente el domingo al peor equipo de la liga. Miami le concedió 265 yardas por tierra a los Ravens y 124 a los Patriots, además de combinarlos para 102 puntos permitidos. Sería ideal que logre la impresionante cifra obtenida en su año de novato, cuando tras las primeras dos semanas tuvo cuatro partidos seguidos de más de 130 yardas terrestres. Aunque también habrá que tener en cuenta que ahora la ofensiva tiene más armas que antes y que quizás Jason Garrett opte por darle descanse si los Cowboys le sacan una amplia ventaja a los Dolphins.