El nuevo año de la NFL comenzó oficialmente el 18 de marzo. Sin embargo, la liga establece lo que se denomina informalmente como “legal tampering”. Ese período abre 48 horas antes y permite que las franquicias hablen con jugadores de otros equipos sobre la posibilidad de contratarlos. Entre ese día y el fin de la semana suelen ocurrir los traspasos o contratos más relevantes.
Actualmente hay muy poco movimiento. Las figuras más importantes casi todas ya saben en dónde jugarán la próxima temporada, por lo que es una buena oportunidad para analizar cómo cambiaron las necesidades que tenían los Cowboys antes de que abriera la agencia libre. Esto también implica que seguramente se modificarán las decisiones referidas al draft.
Esquineros
El saldo que dejó las primeras semanas fue un gran vacío en la defensiva secundaria que debe ser cubierto probablemente mediante un pick alto. Si bien se esperaba que Byron Jones se fuera de Dallas, el problema es que no se firmó a nadie más de nivel para reemplazarlo.
El único esquinero nuevo es Maurice Canady, pero será una opción para tener más profundidad si es que queda en el roster final. Algunos días atrás ya analizamos por qué será fundamental conseguir un CB de calidad. Ingresa aquí para ver por qué es clave firmar a un cornerback que ocasione un impacto inmediato en el juego aéreo.
Pass-rushers
Presionar al mariscal de campo rival es una faceta decisiva en cualquier defensiva. Dallas perdió a su líder en capturas al dejar ir a Robert Quinn a los Bears, haciendo que esta pase a ser inmediatamente la segunda posición que requiere ser cubierta con mucho nivel. Es cierto que Quinn obtuvo un contrato muy por sobre el mercado teniendo en cuenta su edad, por lo que tuvo sentido no igualar esa oferta.
Aún así, todavía hay un hueco opuesto a DeMarcus Lawrence que debe ser llenado. La desesperación por conseguir un pass rusher es tan grande que Dallas esperaba por la habilitación de un par de suspendidos extremadamente problemáticos. Recientemente acordó con Aldon Smith y da la sensación de que Randy Gregory tendrá las puertas abiertas para regresar. Sin embargo, ambos cuentan con sendas suspensiones indefinidas que deben ser levantada por el comisionado.
A pesar de que todavía quedan agentes libres que podrían aportar valor, el draft es una excelente oportunidad para conseguir el reemplazo de Quinn. Aunque siempre es arriesgado apostar mucho por un prospecto joven que necesita ser desarrollado.
Receptores abiertos
El trío que conformaron Amari Cooper, Michael Gallup y Randall Cobb estuvo entre los mejores de toda la NFL. La extensión de Cooper fue un gran alivio para todos. Si no se hubiera podido retener al WR este puesto seguramente sería el primero de la lista. Sin embargo, Dak Prescott no podrá volver a contar con estas tres opciones.
En una situación muy similar a la de Quinn con los Bears, Cobb recibió un contrato de los Texans muy por encima de su valor real. Por eso es que el lugar del WR3 quedó vacante. Obtener a Emmanuel Sanders hubiera significado en una clara mejoría, pero eso no sucedió. Esto hace que inevitablemente Dallas deba elegir a un wide receiver en el draft. Aunque esto no es precisamente algo negativo si se tiene en cuenta que esta clase podría ser una de las más destacadas de la historia en esa posición.
Tackles defensivos
Esta era el área más necesitada al iniciar la agencia libre. Maliek Collins se fue a los Raiders en un sector en el que incluso con él quedándose debía llegar ayuda ahí. Evidentemente era un riesgo muy alto contar con Trysten Hill como una opción importante. Por eso es que los Jones apostaron fuerte al reforzar el interior de la línea defensiva, considerando también el muy posible escenario del DT Javon Kinlaw siendo elegido antes del pick 17.
Gerald McCoy fue el primero que se acercó a Dallas para darle un claro salto de calidad, sobre todo en lo que a la presión de QB por el centro se refiere. Unos días después arribó Dontari Poe para aportar peso a una muy débil defensiva terrestre. Así es que ahora los Cowboys podrán tener un frente muy poderoso al que se suma Tank.
Centro o linieros ofensivos interiores
El sorpresivo retiro de Travis Frederick generó una necesidad que antes no era tal. Por las salidas de Cameron Fleming y Xavier Su’a-Filo había menos profundidad, por lo que quizás había que mirar esta zona. Aunque perder al líder de la línea ofensiva hace que haya que prestarle mucha más atención.
Quizás no sea un conveniente muy grande para la temporada que comenzará próximamente, pero sí para el futuro. Por el momento lo más lógico sería que Joe Looney sea el centro titular tal como lo hizo en 2018 cuando Frederick se perdió toda la campaña por aquel síndrome Guillain-Barre que sufría.
Eso significa también necesitar conseguir a alguien confiable para darle profundidad a un sector clave de la ofensiva. Más aún teniendo en cuenta que Tyron Smith y Zack Martin tuvieron bastantes problemas físicos que muchas veces les prohibieron entrenar. Tener a Connor McGovern recuperado sería una noticia excelente.
Safeties
Las protecciones iniciales del draft veían a Dallas eligiendo entre dos safeties en el puesto 17. Sea Grant Delpit o Xavier McKinney, la mayoría veía a ese puesto como el elegido para ser reforzado. Sin embargo, esa idea fue perdiendo fuerza en las últimas semanas.
Optar por un safety tan alto era una posibilidad no muy preferida. Así es que los Cowboys firmaron a Ha Ha Clinton-Dix para complementar a Xavier Woods. Sin embargo, esta es una contratación que sirve como un resguardo ante la partida de Jeff Heath. Si hay alguien interesante en rondas tardías, también serviría para complementar la defensiva secundaria.