El 29 de noviembre de 2018, pocos podían creer lo que estaban viendo en el AT&T Stadium durante la Semana 13. Ese jueves por la noche, los Cowboys derrotaban en casa a los New Orleans Saints por un margen muy cerrado de 13 a 10.
Y no es para menos. Claramente los Cowboys no eran los favoritos en ese encuentro. Mucho menos con el récord que llevaban en la primera mitad de la temporada de tres victorias y cinco derrotas. Además, los Saints se veían como fuertes candidatos a ganar el Super Bowl esa temporada.
La jugada que logró la victoria fue en el último cuarto del partido. En donde el QB rival Drew Brees lanzó un balón en 2da y 5, a poco más de dos minutos para finalizar el encuentro. El esquinero de Dallas Jourdan Lewis logró la intercepción y se hizo con el balón para el equipo de la estrella solitaria.
Sin embargo, esos Cowboys desesperados por buscar un resultado positivo no son los mismos de ahora. Actualmente, son un equipo compacto, con una ofensiva envidiable en la liga, que además te anota más de treinta puntos por encuentro.
Igualmente, Dak Prescott está enfocado en el objetivo de llevar al equipo a lo más alto posible. Por otro lado, Amari Cooper está en plena forma, Jason Witten está de vuelta y algunas otras sorpresas como Devin Smith y Tony Pollard. Sin contar esa máquina de acarreos que representa Ezekiel Elliott.
El objetivo para derrotar a los Saints definitivamente está en el apartado defensivo. Entre los linebackers y las alas defensivas van a tener que detener a una ofensiva que es sumamente envidiable en la NFL. Que como ya se mencionó, estuvo a un paso de ir al Super Bowl tras una jugada polémica ante los Rams por el título de la Conferencia Nacional.
Los Cowboys llegan invictos a este punto, en donde además han derrotado a dos rivales de la NFC Este, como son los Giants y los Redskins. No es el mismo caso de los Saints, que vienen 2-1 tras ganar a los Texans y a los Seahawks, pero perder con los Rams como visitantes.
Aparte de esto, su QB estrella Drew Brees se lesionó ante los Rams y para el juego contra los Seattle Seahawks, utilizaron a Teddy Bridgewater. Brees estará de baja por seis semanas, pero los Saints cuentan con un QB de respaldo que cumple y con unos buenos números. Durante el partido ante Seattle completó 19 de 27 intentos de pase, para un total de 177 yardas y dos Touchdowns.
Por supuesto, esto puede que no sea suficiente para contener a los Cowboys. Su estilo ofensivo algo conservador puede hacerlo trizas la defensa de Dallas. Con linebackers como Leighton Vander Esch y Jaylon Smith, que tienen gran velocidad, pueden cubrir muchos espacios y no darle ninguna oportunidad al corredor Alvin Kamara. En este caso, los Saints tendrán que recurrir a pases profundos, y eso es algo en lo que no son precisamente expertos. Ya que su fuerte son los pases cortos y sencillos para ir jalando cadenas e ir acumulando yardas para llegar al TD.
Ahora bien, desde donde se mire, este es un partido de revancha para los Saints, más si van a jugar de local en el Mercedes-Benz Superdome. La temporada pasada terminaron con un récord de 6-2 de local, por lo que esta no deja de ser una dura prueba para los Cowboys. No es cualquier cosa, ya que será el partido de domingo por la noche en la Semana 4. Así que se espera un juego con grandes emociones.
