Después de la actuación más pálida de la temporada en el momento más importante, quedó la sensación de que Dallas ya está eliminado. Que si bien las matemáticas le dan una chance, debería ocurrir un milagro para que se juegue un partido extra en el AT&T Stadium luego de la semana 17. El escenario es algo complicado, sí. Principalmente porque los Cowboys dependen de lo que haga otro equipo. Sin embargo, no sería inverosímil que ocurriera.
Antes de que se jugara el crucial duelo divisional ante los Eagles ya habíamos repasado los dos posibles desenlaces según cual fuera el resultado del juego. Pero nunca está de más recordarlo para que quede bien claro. Actualizando la situación, los Cowboys están obligados a vencer a los Redskins y esperar que Philadelphia pierda frente a los Giants.
De esa manera, los dos quedarían 8-8 y habría que proceder a ver los criterios de desempate. El récord entre sí es el principal, aunque sería descartado ya que ambos se repartieron victorias. Le sigue la marca ante equipos de la división y es allí donde Dallas se vería beneficiado.
Actualmente están empatados en ese rubro al estar 4-1. Pero en el caso que se dieran los acontecimientos mencionados, los Cowboys tendrían marca de 5-1 y los Eagles de 4-2. Así es como los tejanos llegarían a los playoffs.
Pero adentrándonos directamente en las posibilidades reales más allá de las matemáticas, no sería tan descabellado tal desenlace. Enfocándonos en la práctica por sobre la teoría, los Giants podrían dar el golpe que tantos fanáticos de los Cowboys esperan.
New York es uno de los peores equipos de la liga. Eso lo dice crudamente su récord. Los inentendibles errores del sector ejecutivo de la franquicia derivaron en la conformación de un roster que tiene una marca de 4-11.
Pero si todavía quedan algunos optimistas que creen que es posible llegar a la postemporada, hay algunos puntos que podrían darles algo más de confianza. Quizás también brindar esperanza a los tantos que con razón se muestran escépticos.
El duelo entre ambos en la semana 14
Algunas jornadas atrás los Giants llegaron a Philadelphia con ocho derrotas consecutivas. Además de eso, Daniel Jones se había lesionado por lo que el quarterback titular fue Eli Manning. A pesar de que el experimentado estuvo sin jugar desde la segunda jornada, New York logró complicar más de lo esperado.
Los Giants hicieron una gran primera mitad y se fueron al entretiempo ganando 17-3. Sin embargo, Manning volvió a tener la inconsistencia de los últimos años y la ofensiva no anotó en los dos cuartos que restaban. A eso se sumó que la defensiva no pudo mantener la ventaja, dejando que los Eagles empaten el marcador en el final.
El juego fue tan parejo que finalizado el último cuarto estaban 17-17, por lo que había que ir al tiempo extra. Philadelphia tuvo la primera posesión y lo definió con una serie ofensiva de 75 yardas. Aquel duelo fue cerrado incluso habiendo tenido un nivel bajo de Saquon Barkley, quien apenas consiguió 66 yardas terrestres y una por aire.
La última actuación de los Giants
No es tan meritorio anotarle 41 puntos a los Redskins, pero aún así debe ser mencionado. El domingo pasado regresó luego de perderse un par de juegos su mariscal de campo titular y mostró un gran nivel. Jones finalizó con 352 yardas y cinco pases de anotación aprovechando la debilidad de una defensiva prácticamente inexistente.
Aunque más importante fue lo que hizo Barkley. El corredor recuperó el nivel de la temporada pasada y arrasó con todo lo que tuvo enfrente. Las yardas conseguidas por tierra fueron 189, con un promedio de 8.6 por intento y una anotación. Por aire también pudo ser relevante, totalizando 90 yardas y una recepción de TD.
Los ajustes y el cambio de la localía
Una de las cuestiones que hace que sea tan difícil ganar en la NFL es la capacidad de estudio que tienen todos los equipos. Al ser además un juego divisional, el conocimiento entre ambos es tan grande que los resultados suelen bastante cerrados. Hay que destacar también que esta vez jugarán en New York.
Las lesiones de los Eagles
Philadelphia venció a los Cowboys a pesar de tener una ofensiva plagada de lesionados, pero eso podría ser un factor importante. Mucho más si se tiene en cuenta que ahora Zach Ertz está en duda para jugar. El aliado principal de Carson Wentz sufrió un duro golpe en las costillas y no entrenó normalmente. Incluso si juega, Ertz no estará al 100% y eso podría contenerlo.