Se ha hablado mucho de los grandes talentos individuales que tiene Michael Bennett. El jugador con 11 años de experiencia en la NFL ahora es parte de la defensiva de los Cowboys. Sin embargo, se ha discutido poco acerca del efecto que tendrá el veterano en el resto de la línea defensiva.
Bennett tiene algo muy importante, y es que mejora la calidad del fondo de toda la línea defensiva. De hecho, tiene gran habilidad en la defensa y en tacleos. Lo que le hará la vida mucho más fácil al coordinador Rod Marinelli al momento de hacer rotaciones.
Igualmente, se maneja de manera muy similar a Tyrone Crawford. Esto quiere decir, que puede jugar en una variedad de lugares en el campo para dar distintas apariencias y crear desajustes. Una de las mejores cualidades que puede ofrecer Bennett es que puede ser utilizado para reforzar el pass rush. Mejor aún, en la defensa del juego por tierra, dependiendo de donde esté alineado.
Igualmente, le va a permitir a Marinelli utilizar un gran números de combinaciones defensivas. Todo esto con el fin de dar más protección y bloquear los problemas en los esquemas.
Por otro lado, con DeMarcus Lawrence y Robert Quinn en sus respectivos lugares como alas defensivas, se pueden colocar a Michael Bennett y Maliek Collins como tackleadores defensivos. Con este esquema se crea un pass rush muy intimidante que puede ser sumamente efectivo en situaciones de pase sin necesidad de cargar. Dejando en total a siete defensores cubriendo.
Con Lawrence y Quinn por fuera, los Cowboys tienen dos increíbles pass rushers, que son muy difíciles de bloquear durante el uno contra uno. Esto es algo que los equipos rivales saben y buscan evitar. Ahora bien, con Bennett y Collins por dentro, Dallas tiene dos rushers interiores que pueden tomar ventaja también de esta situación.
Es más, con Quinn, Lawrence, Collins y ahora Bennett, el equipo no tiene un eslabón débil para lograr capturar al Mariscal rival cuando busque realizar un pase. Esto va a crear un gran problema para las ofensivas rivales en los encuentros que están por venir.
Otro detalle muy interesante, es que tres de los jugadores de la defensa de Dallas se encuentran en el top 15 de la liga al momento de presionar al Mariscal rival en el uno contra uno. Como se puede ver en la siguiente imagen, Quinn es segundo con 46,2%, Bennett es sexto con 34,5% y D-Law se encuentra en el puesto número 11 con 29,6%. Esto da a entender mucho más el punto que hay hombres de gran calidad en la defensiva de los Cowboys que se logran escapar de sus oponentes y buscan presionar al Mariscal rival. Ya sea con una captura, creando una situación de balón suelto o simplemente un pass rush, esto es una gran garantía para que las ofensivas rivales se debiliten al momento de atacar.

En líneas generales, la versatilidad que le da Bennett a la defensa de los Cowboys tendrá un efecto mucho mayor en un apartado que ha sido duramente criticado la primera parte de la temporada. Ya que no solo hablamos de su gran calidad como pass rusher, sino que dará mucha más seguridad al momento que los equipos rivales quieran manejar más por tierra el balón. En resumen, de haber tenido a Bennett en la Semana 5, quizás habría sido más sencillo detener a Aaron Jones de los Green Bay Packers. Por supuesto, todo esto es una posibilidad y no una afirmación.
De cualquier modo, hay que esperar a ver si la defensiva de Dallas se vuelve mucho más efectiva esta segunda mitad de la campaña. Su primera prueba de fuego será ante los Giants este 4 de noviembre. Al menos, hay una gran posibilidad de ser más intimidantes en el campo y evitar esos pequeños margenes de error de algunos encuentros previos.