Luego de una amarga derrota en casa por el día de acción de gracias ante los Bills de Búfalo, se podía ver a un equipo de los Cowboys notablemente frustrado e insatisfecho consigo mismo por su desempeño, y lo que esto en los papeles significaba.
Ezekiel Elliott comentó que la derrota ante Buffalo había “molestado al equipo enormemente”, pero que utilizarían esa molestia para convertirlo en algo bueno de cara a los próximos encuentros, ya que todavía quedan juegos en el calendario y cosas por mejorar.
“Había una gran energía”, dijo Elliott refiriéndose a la primera práctica de la semana, “Todos estábamos enfocados en lo nuestro. Teníamos algo en la cabeza, como una motivación para ir y darlo todo”.
Por su parte, el centro titular del equipo, Travis Frederick habló también sobre las prácticas del equipo y como estas últimamente se han caracterizado por ser más fuertes y “enojadas” de lo normal.
“Las prácticas han estado siendo así por el lapso de las últimas semanas, no necesariamente las de hoy, y creo que eso es parte de la sensación de urgencia…”
Frederick hizo bien señalando la sensación de urgencia que vive el equipo actualmente ya que la derrota ante los Bills ponía a los Cowboys contra la espada y la pared y parecía que la opción de los playoffs se desvanecía; sin embargo, el pinchazo que tuvieron los Eagles en Miami le abriría las puertas de una nueva oportunidad a los vaqueros, pero estos todavía tienen mucho por mejorar.
Muchos afirmarán que quizás sea una oportunidad inmerecida por lo que ha mostrado este equipo durante esta campaña, pero lo cierto es que en el fútbol americano no hay nada escrito, y si los Cowboys llegan a los playoffs, podrían terminar siendo un hueso duro de roer.