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Las calificaciones finales de los Cowboys: la ofensiva

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A pesar de que la NFL continúa mostrando juegos increíbles en los playoffs, la temporada realmente ya se terminó para los Cowboys. Pasaron un par de semanas de la finalización de la etapa regular, por lo que es un buen momento para revisar las actuaciones. Así es que calificaré al equipo según la escala A-F, comenzando por el ataque.

Ofensiva: B

La producción que tuvo el ataque de Dallas fue mejor de lo que se esperaba. A pesar de que falló en algunos momentos importantes, terminó siendo la unidad más destacada del equipo. Las fallas en instancias difíciles hicieron que la calificación actual no sea más alta.

Quarterback: B

Las estadísticas dicen que Dak Prescott fue el segundo QB de la liga en yardas por aire con 4902, a las que añade un ratio de 30-11 en TD-INT. Sin embargo, aquellos que vieron a los Cowboys durante toda la temporada podrán corroborar que sus números no son del todo confiables. Prescott tuvo puntos altos, pero también bajos, algo que les ocurrió a todos en el roster.

El QB mejoró con respecto a la campaña pasada, aunque todavía tiene mucho por hacer. El juego en el que Dallas más lo necesitaba era ante los Eagles, pero ese fue probablemente uno de sus peores por lo que significaba. A su vez, muchas de las yardas que consiguió fueron en instancias definidas, teniendo que corregir su nivel en situaciones críticas.

Corredores: B+

Mientras transcurrían los partidos de pretemporada y Ezekiel Elliott seguía en Los Cabos, muchos pedían que Tony Pollard lo reemplazara. Sin embargo, cuando la temporada comenzó, las cosas volvieron a su orden natural y Elliott llevó prácticamente todo el peso de la ofensiva terrestre. Es cierto que no se vio la dominación de años anteriores, pero sus estadísticas fueron muy buenas.

Zeke finalizó cuarto en yardas por tierra con 1357, remarcando que los números de los corredores son bastante más precisos que otros. Es importante destacar además que por alguna razón Kellen Moore no lo tomó como el foco principal del ataque. Eso justamente le da mayor valor al nivel mostrado.

Pollard tuvo momentos buenos y otros no tanto. Aunque logró pasar las 100 yardas terrestres dos veces, el hecho de que en 13 juegos no haya superado las 28 demuestra el poco uso que le dieron. Se esperaba también más de él por aire e incluso devolviendo las patadas de salida, pero no pudo afianzarse en ninguna de las dos.

Su punto más bajo fue el fumble clave que cometió frente a los Eagles. A pesar de que sus números no fueron los mejores, hay que considerar que fue su primer año en la NFL. Pollard dejó ver que puede ser muy útil para la ofensiva de los Cowboys.

Línea ofensiva: A

Con el regreso de Travis Frederick se esperaba una mejoría en la línea ofensiva. Esa expectativa se cumplió con creces dentro del terreno en un sector clave del juego. Los números que consiguió Prescott fueron en parte por el tiempo que tuvo para lanzar.

Tyron Smith continuó dominando y Zack Martin volvió a ser nombrado All-Pro de primer equipo. Pero es muy importante mencionar también que La’el Collins y Connor Williams dieron un paso adelante con respecto a temporadas anteriores.

Una estadística muy simple que refleja eso es la de los sacks. La línea ofensiva había permitido la segunda mayor cantidad de capturas la campaña anterior, pero en esta fue la segunda menor. El número de QB hits sí fue bastante más elevado al conceder 87, bajando hasta puesto 17 de la liga en ese rubro.

Receptores abiertos: B+

Los Cowboys fueron uno de los pocos equipos que tuvieron a dos receptores abiertos consiguiendo más de 1000 yardas. Amari Cooper logró 1189 yardas en 79 recepciones con ocho de anotación, liderando al equipo en los tres rubros. Michael Gallup lo acompañó con 1107 yardas en 66 recepciones, seis de ellas en las diagonales.

Cooper pudo mantener el nivel que había tenido luego de ser traspasado a Dallas en la mitad de la temporada anterior y cumplió con las expectativas. De Gallup se esperaba que mejorara después de una discreta campaña de novato y lo hizo ampliamente. Para ser justos también hay que mencionar que Randall Cobb colaboró de buena manera. Sus números no fueron nada malos, totalizando 828 yardas en 55 recepciones, tres de ellas de TD.

La nota del grupo no es más alta por otra de las cuestiones que caracterizó a los receptores abiertos. Estos tres fueron de los que más balones dejaron caer en toda la liga, algo que en un nivel tan exigente suele ser muy costoso.

Alas cerradas: B-

Jason Witten volvió del retiro y estuvo a la altura de las circunstancias. El histórico TE quizás jugó más de lo que se esperaba, finalizando tercero en cantidad de pases atrapados. Los 63 que logró lo ubicaron muy cerca de Gallup. Blake Jarwin cumplió en las oportunidades que tuvo, pero no fueron muchas. Ambos se combinaron para 894 yardas.