Una historia de perseverancia y superación; la manera perfecta de definir la trayectoria deportiva de Devin Smith, el actual cuarto receptor abierto de los Cowboys quien definitivamente no la ha tenido fácil desde su comienzo en la NFL.
Smith fue firmado bajo lo que se conoce en la NFL como un agente libre de futuros, eso significa que no estaba afiliado a ningún equipo al final de la temporada 2018. También conocido peyorativamente como agente libre de la calle.
Normalmente, los jugadores que son firmados de este modo no son recibidos con una fiesta ni mucho menos, son jugadores que llegan al equipo bajo perfil, tratando de aprovechar al máximo una oportunidad que de no hacerlo, es muy poco probable que reciban otra.
A pesar de la poca expectativa que se tiene de los “agentes libres de calle”, con Devin Smith se podía sentir algo diferente. Smith jugó fútbol universitario en la Universidad de Ohio State, donde compartió vestidores con nada más y nada menos que Ezekiel Elliot, quien vio con muy buenos ojos la llegada de Devin a Dallas.
“Cuando el equipo lo contrató, Zeke me envió un mensaje de texto diciendo: ‘Oye, tenemos uno muy bueno. Ha tenido fuertes lesiones últimamente, pero es un velocista. Puede correr’. Me dijo todo sobre él”, dijo Dak Prescott en una declaración.
Devin entraría al róster final de 53 hombres luego de unas muy sólidas actuaciones en los campos de entrenamiento y OTA’s; pero no fue hasta la semana 2 que llegaría su verdadera oportunidad tras la lesión de Michael Gallup que lo dejaría fuera por dos semanas.
Y vaya que Zeke tenía razón. Smith puede correr, y eso quedó demostrado en Washington donde tuvo un touchdown donde corrió 51 yardas; en ese juego terminaría acumulando un total de 74 yardas, y fue allí cuando los fanáticos vaqueros empezaron a tomar en cuenta a un, hasta ese entonces desconocido Devin Smith.
Pero la llegada de Smith a esa instancia no fue para nada fácil. Fue selección de segunda ronda para los New York Jets en el 2015, donde sin embargo, jugaría en tan solo 10 partidos como novato, ya que en su tercera titularidad, el 13 de diciembre ante los Tennessee Titans, se desgarraría el ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha que le pondría fin a su temporada.
Smith no estaría listo para el inicio de la campaña 2016, por ende los Jets lo colocarían en la lista PUP. Este continuó su rehabilitación y lograría volver para los últimos cuatro partidos de la temporada.
Terminaría esa campaña con una recepción para 20 yardas, la del 24 de diciembre de 2016, contra los Patriots, pero sin saberlo, sería la última de la temporada y de los próximos 3 años. En ese mismo juego, Smith se desgarraría el mismo ligamento, de la misma rodilla donde sufrió la lesión el año anterior; de nuevo la temporada para Devin había acabado antes de lo esperado.
Terminó pasando toda la temporada 2017 en reserva de lesionados. Más rehabilitación. Más angustia. Y lo que es peor, con su rehabilitación extendiéndose hasta la temporada baja de 2018, los Jets prescindieron de Smith antes del inicio de los campos de entrenamiento.
Lejos de las canchas un año más, un gran golpe anímico para la gran estrella prometedora de Ohio State. “Estaba deprimido”, dijo Smith. “Ni siquiera salía de casa durante un mes o dos, estaba muy deprimido. Ver jugar desde mi casa a todos mis antiguos compañeros de equipo de la universidad y a todos mis amigos que conocí en la NFL me dolió mucho”.
Sin embargo, Smith no quitaría el pie del acelerador en cuanto a su rehabilitación se refiere, y seguía enfocado en volver a la NFL, fuese como fuese, y luego, tan solo ocurrió.
A principios de enero, suena el teléfono. Es su agente diciendo que los Cowboys han llamado y están interesados en hablar con él.
Devin habría logrado captar la atención de uno de los equipos más grandes en la historia de la liga, todo gracias al trabajo duro y perseverancia que puso en volver, y así lo hizo.