Mucho se está hablando de la renovación de Ezekiel Elliott, más incluso que cuando comenzó el campamento de entrenamiento y Zeke no estaba presente en Oxnard, California. Desde la broma de mal gusto de Jerry Jones y su “¿Zeke quién?”, sus indirectas y el hecho de renovarle el contrato a Jaylon Smith antes que a las figuras del equipo, el corredor estelar volvió a ser el tema principal de la agenda de los Cowboys.
Pero días antes de que Jones causara un torbellino como cada vez que habla, surgió la información de su estado físico. Más específicamente, se apuntó a su peso que, según informó Adam Schefter de ESPN estaría en los 100 kg. Algunos se preocuparon porque creen que eso lo hará estar débil para jugar en su posición y otros festejaron porque ese fue su kilaje en su temporada de novato, la mejor de su carrera hasta el momento.
Sin embargo, todo esto sólo significa una cosa y es que Zeke no está de vacaciones. Se está entrenando y de muy buena manera. Y si bien no se sabe mucho sobre cómo lo está haciendo, ahora podemos conocer quién será el que lo ayude. No es ni más ni menos que la leyenda Marshall Faulk, quien confirmó en The Rich Eisen Show que va a viajar a Cabo San Lucas para ayudar a Zeke a estar listo para la temporada regular, siempre y cuando juegue.
“Tengo algunos ejercicios y algunas cosas que solía hacer. Lo desafié con su condicionamiento e intenté acercarlo a la mejor forma para jugar al fútbol americano, no sólo para estar en buena forma. Así que voy a intentar hacerlo vomitar. Ese es mi trabajo”, contó Faulk en esa entrevista.
Esta seguramente será una influencia muy positiva ya que Faulk es alguien muy cercano a él. Cuando el corredor que está en Salón de la Fama jugaba en los Saint Louis Rams, donde ganó un campeonato y fue MVP, Zeke crecía en esa ciudad y admirándolo. Además de esto, el hall-of-famer fue presentado en Canton por Rocky Arceneaux, su represente desde que era profesional, quien actualmente es también agente de Elliott y está llevando adelante las negociaciones.
En cuanto a las multas que podrían caerle a Elliott por no estar cumpliendo con las obligaciones que marca su contrato, hay que resaltar que son relativas. Dallas tiene la potestad de cobrarle 40.000 dólares por cada día que esté ausente, un poco de más de un millón correspondiente al 25% del bono por firmar y lógicamente descontaría los 226.000 por partido oficial que no juegue. Estas son facultades que tiene cada franquicia según el convenio de negociación colectiva entre la NFL y la NFLPA, pero no son obligaciones.
En estos casos es prácticamente imposible que los equipos les hagan pagar este dinero a los jugadores, ya que el sentido común indica que si alguien está haciendo una huelga para recibir más dinero y acepta una oferta, no va a permitir que enseguida le quiten una parte. Tampoco sería muy acertado hacer enojar a una de tus piezas claves y abrir un nuevo conflicto tras haber llegado finalmente a un acuerdo.
