A pesar de que los Cowboys finalmente pudieron retener a su receptor abierto número uno, Amari Cooper, una no tan grata noticia llegó a la par de esa: Randall Cobb ya no seguirá siendo un vaquero.
Aún cuando el #18 tuvo una muy buena temporada donde apareció en momentos clave para el equipo, este no tendrá la oportunidad de vestir la estrella por más de un año; aunque se quedará en el estado de Texas por tres años más, estará ubicado más al sur.
El equipo de Houston y Cobb llegaron a un acuerdo de tres temporadas, por $27 millones de dólares; $18.75 de esos millones son garantizados.
Texans signing WR Randall Cobb to three-year, $27M deal. (via @89JonesNTAF) pic.twitter.com/aJux6YarF4
— NFL (@NFL) March 17, 2020
La llegada de Cobb a Houston le sirve de alivio al equipo texano que el mismo día de ayer realizó uno de los cambios más sorpresivos e impactantes de la jornada.
Los Texans enviaron a su receptor abierto número uno, DeAndre Hopkins y una elección de cuarta ronda a los Arizona Cardinals, a cambio del corredor David Johnson y una elección de segunda ronda en el próximo draft.
Así que en la ausencia de Hopkins muy seguramente la figura de Cobb tome un rol protagónico en su nuevo club.
Randall terminó el año 2019 con 55 recepciones para 828 yardas y tres anotaciones; sin embargo, uno de sus mayores inconvenientes la temporada pasada fueron los pases que dejó caer.
Cobb dejó caer un total de 8 pases, la segunda cifra más alta de los Cowboys en el 2019, tan solo por detrás de los 11 de Michael Gallup.