Desde cualquier punto de vista, este era el partido que definía la temporada de Dallas. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaban y estamos hablando de otra derrota del equipo de la estrella solitaria. Para añadir más a la herida, en el Lincoln Financial Center, casa de los Eagles, por 17 a 9. Y ahora para la postemporada, dependen no solo de ellos mismos, sino de Philadelphia. Si los Eagles le ganan a los Giants, independientemente de lo que haga Dallas ante Washinton, se acabó la temporada para los Cowboys.
Philadelphia se hizo con el primer puesto de la NFC Este en un encuentro en donde Dallas no supo que hacer en sus series ofensivas. Tan solo anotaron tres goles de campo, en donde Prescott estuvo sumamente errático. Tan solo completó 25 de 44 pases, para un total de 265 yardas.
Ni un solo receptor llegó a las 100 yardas por aire. El único que se acercó fue Michael Gallup con 98 en cinco recepciones. Además, el juego por tierra fue simplemente inexistente, a diferencia del gran encuentro la semana pasada ante los Rams. Tony Pollard no apareció, con tan solo dos acarreos para ninguna yarda. El caso de Zeke Elliott no fue tan satisfactorio tampoco, con 13 acarreos y 47 yardas. Lamentablemente, fue efectivo en el caso de Elliott, pero no se utilizó lo suficiente. Otra gran falla en un encuentro que tuvo errores por todas partes.
Igualmente, no se aprovecharon dos fallas en dos intentos de gol de campo de los Eagles. El pateador Jake Elliott se equivocó par de veces, una en particular desde 55 yardas al principio del último cuarto, con el encuentro estando 6 a 17. Esta serie ofensiva desde la yarda 45 de Dallas terminó con tan solo un gol de campo para los Cowboys. Con una captura para Prescott de -4 yardas y dos pases incompletos para Randall Cobb y Michael Gallup.
La última serie ofensiva de Dallas terminó con 11 intentos para 65 yardas. En donde tras la pausa de los dos minutos, Dak fue nuevamente capturado para -4 yardas, y dos pases más fallidos para Amari Cooper y Michael Gallup. Con respecto a este último, el esquinero rival Sidney Jones se encargaría de frustar los planes de Gallup y acabar con la esperanza de remontar de los Cowboys.
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Todas estas inconsistencias, fallas en las recepciones y usar de manera muy limitada el juego por tierra son total responsabilidad de un mal manejo del cuerpo técnico. Y quien tiene que dar la cara en todo esto es el entrenador en jefe Jason Garrett. Con este roster de tan alta calidad, hace mucho tiempo que el equipo tenía que estar esperando rival en la postemporada. Y no un milagro la próxima semana, y ver si se le puede ganar a los Washington Redskins además.
Lo piden los fanáticos y se ve en los resultados. Esta campaña de Dallas comenzó sumamente brillante y poco a poco se fue diluyendo. Lo mejor es que Garrett de un paso al costado y llegue un nuevo entrenador con ganas de manejar un vestuario sumamente joven con grandes habilidades. Ahora queda un último encuentro en el AT&T Stadium ante los Redskins. Esperando pasar de manera milagrosa a la postemporada si los Giants se encargan de despachar a los Eagles en su casa.
