Los equipos en la NFL suelen ser muy cuidadosos con sus drafts. De hecho, una manera muy inteligente en que los equipos construyen su roster es a través de ellos. Ya que son esas nuevas adiciones las que van construyendo un grupo de gran calidad. Sin embargo, hay una manera de ser calculadores y agresivos al mismo tiempo. Y eso es algo que los Cowboys están realizando en este momento.
Con la incorporación de Michael Bennett a Dallas a través de un canje con los Patriots, el equipo busca a alguien de jerarquía y experiencia en la NFL para ayudar en la línea defensiva. Claro está, Bennett es un reemplazo de Tyrone Crawford, quien se encuentra en la reserva de lesionados desde el pasado 15 de octubre.
El movimiento por Bennett le costará a los Cowboys un pick de séptima ronda para los Patriots. Pero puede ser un sexto si Bennett se mantiene en el roster de 53 durante las próximas cuatro semanas. Claro está, ese es un precio que el equipo está dispuesto a pagar por este jugador.
Igualmente, los Cowboys no suelen tener problemas para hacer canjes por picks de sexta ronda en adelante, al menos no en estos últimos tiempos. Hicieron este tipo de operación por Tavon Austin, Robert Quinn y ahora Bennett. Caso muy distinto al de Amari Cooper, quien fue un canje de primera ronda. Fue una apuesta sumamente arriesgada en su momento, pero que dio grandes frutos. Inclusive más de los que les podría haber dado un receptor soñado de primera ronda en el draft.
Por otro lado, Michael no fue la única opción durante esta bye week. De acuerdo con Adam Schefter de ESPN, los Cowboys preguntaron por el ala defensiva Leonard Williams, antes de decantarse por Bennett. El jugador de los Jets lleva 20 tacleadas (12 por asistencia) en lo que va de temporada, y ciertamente es mucho más joven. Pero al final del día, los Cowboys optaron por la experiencia de Michael.
Adam Schefter reported on Sunday morning that the Dallas Cowboys called the New York Jets about Leonard Williams before they ultimately traded for Michael Bennett.pic.twitter.com/VQ86GNNfhJ
— RJ Ochoa (@rjochoa) October 27, 2019
Y es que la situación de Bennett no es para menos. Es un jugador con 11 años de experiencia en la liga. Campeón del Super Bowl XLVIII y con tres años en el Pro Bowl, de 2015 a 2017. Además, ha jugado para tres franquicias en donde ha sido productivo en cada una de ellas.
Michael Bennett conseguirá en Dallas lo que no pudo con los Patriots, más tiempo de juego. Aparte que New England se quita a un elemento en su vestuario que no se sentía a gusto allí.
En líneas generales, Dallas ha estado mejorando el equipo a través de los canjes. Los ejemplos perfectos son Amari Cooper y Robert Quinn. El primero llegó en la mitad de la pasada campaña proveniente de los Oakland Raiders y ha sido uno de los elementos fundamentales de la ofensiva este año. Tanto así, que es el principal socio de Dak Prescott en el campo y en todo lo referente a jugadas de pase.
El caso de Robert Quinn tampoco se queda atrás. Llegó en marzo por un canje con los Miami Dolphins y desde que logró jugar para Dallas en la Semana 3, no ha parado de brillar. No solo se destaca en la línea defensiva, sino que también lleva 6 sacks en total y es un pass rusher de gran calidad. Es toda una amenaza para los Mariscales rivales.
Si bien quizás el canje con menos impacto ha sido el de Tavon Austin (esta temporada, solo 8 recepciones para un total de 90 yardas) logró un Touchdown con un acarreo de 20 yardas ante los Eagles. Es un jugador que puede responder en el manejo del balón tanto por tierra como en el aire. Y eso es algo que aprecia la organización.
Con esta combinación de jóvenes talentosos juntos a jugadores de experiencia en la liga, Dallas está para grandes cosas en esta segunda mitad de la temporada. La idea es eliminar esos malos recuerdos de las tres derrotas en fila, y mostrar una cara como la de la victoria ante los Eagles. Los Cowboys tienen como objetivo la postemporada, y harán lo que sea necesario para llegar allí.