A comienzos de este año Dallas quedaba eliminado de la postemporada en la Ronda Divisional a manos de los Rams. En esa ocasión, Los Angeles arrasó con el ataque terrestre como principal arma. En total fueron 273 las yardas conseguidas por quien luego se consagraría campeón de la Conferencia Nacional.
Sin embargo, en la semana 15 de la actual campaña sucedió todo lo contrario. En aquella oportunidad los corredores dominantes habían sido Todd Gurley (115) y C. J. Anderson (123). Actuaciones similares se vieron el domingo pasado en el AT&T Stadium, aunque con diferentes protagonistas.
La figura decisiva del duelo fue sin lugar a dudas Ezekiel Elliott. Pero el RB estelar de los Cowboys tuvo la posibilidad de descansar tranquilamente porque cuando lo hizo, Tony Pollard ocupó su lugar muy eficientemente. Ambos pudieron ser decisivos ante una defensiva que había dominado a los Seahawks en el Sunday Night Football.
Elliott les hizo recordar una vez más a todos los miembros del staff técnico que él debe ser el eje del plan de juego ofensivo. Cuanto más tiempo tenga el balón, menos veces estará Dak Prescott lanzándolo. Zeke es un jugador al que tienen que darle el ovoide tanto como sea posible. Quizás no haga diferencia en los inicios, pero casi ninguna defensiva puede mantener el ritmo lo suficiente como para frenar a un corredor Top 3 de la liga.
GET YOUR ZEKE ON?@EzekielElliott | #LARvsDAL pic.twitter.com/7vWSaN6p7J
— Dallas Cowboys (@dallascowboys) December 15, 2019
Últimamente se había abusado del juego aéreo. Un poco porque Dallas inició muy mal en algunas ocasiones, estando obligado a avanzar yardas de manera más repentina. Pero hubo otros tantos momentos en los que simplemente se dejó de correr el balón porque sí. La importancia del juego terrestre es absolutamente determinante en el resultado de un partido. Mucho más que los ataques aéreos.
Lo que permite ser eficiente por tierra es controlar el reloj de juego. El tiempo de posesión normalmente suele ser fundamental en el fútbol americano. Más aún cuando la defensiva es de un nivel tan flojo como la de los Cowboys. Así como los Rams sometieron a Dallas en los playoffs dominando la posesión durante 36 minutos, exactamente lo opuesto sucedió en el último duelo. Si bien los marcadores finales fueron bastante distintos, en ambas instancias ganó quien conservó el balón.
Come for the @EzekielElliott TD but stay for the adorable reaction of the little kid that Zeke gave the ball too…#LARvsDAL pic.twitter.com/beQRea4mqB
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Si Elliott tiene un buen día, entonces es muy difícil que los Cowboys pierdan. Una muestra fue su rendimiento frente a los Rams. Consiguió 160 yardas totales, habiendo obtenido 117 por tierra y dos anotaciones por esa vía. El RB logró superar las 100 yardas terrestres luego de cinco partidos. Un detalle que magnifica su importancia es que el récord de los Cowboys fue de 1-4 en ese lapso. Hay que mencionar también que el único triunfo fue ante los Lions, que ni siquiera tuvieron a su quarterback titular Matthew Stafford.
Pero Dallas pudo lograr contar con un 1-2 muy bueno al tener a Tony Pollard en un gran nivel. El RB le dio a la ofensiva un cambio de ritmo desde el backfield que la defensiva adversaria no supo cómo controlar. Las cifras finales de Pollard marcan que el novato finalizó con 131 yardas terrestres y una anotación de 44 yardas.
Tony Pollard: 131 yards, 44-yard TD, 10.9 yards per carry.
Cowboys up 44-15 on Rams
(?: @dallascowboys)pic.twitter.com/ORe9jBzkcF— Jori Epstein (@JoriEpstein) December 16, 2019
También fue importante para mover las cadenas, avanzando 25 yardas en una ocasión y 33 en otra oportunidad. Dallas estaba en 3ra y 2 cuando optó a ir por tierra con el novato elegido en la cuarta ronda del draft. Este fue el desenlace de esa jugada.
TONY POLLARD NEEDS AT LEAST 10 TOUCHES A GAME THIS DUDE IS UNREAL #DallasCowboys #CowboysNation #Cowboys #LARvsDAL pic.twitter.com/sAUvKugFNr
— Slightly Biased (@BiasedSlightly) December 16, 2019
Aunque más allá del nivel que muestre Pollard, Elliott deberá seguir siendo el foco de la ofensiva. No tienen que dividir acarreos como sucede en otros equipos, sino que Zeke tiene que recibir el balón una y otra vez. Pollard tiene que funcionar como complemento en situaciones muy puntuales, pero bajo ningún punto de vista podrá recibir más veces el ovoide que Elliott.
Así es que Elliott y Pollard se combinaron para 248 yardas por tierra y tres anotaciones por esa vía. Va a ser prácticamente imposible repetir esto con frecuencia, pero los Cowboys deben entender que cuanto más dominen el juego terrestre, mayores serán sus chances. Sobre todo en caso de clasificar a los playoffs, los rivales presentarán desafíos muy grandes.
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