¿Debe existir preocupación acerca de Mike McCarthy por el inicio 1-2 de los Cowboys?

Cuando finalizó la temporada pasada estaba claro que Jason Garrett no iba a continuar siendo el head coach de los Cowboys. Sin embargo, no era sencillo predecir quién podía ser su reemplazo. La contratación de Mike McCarthy ciertamente generó sorpresa porque estuvo fuera de la NFL en 2019.

Con él llegó todo un nuevo grupo de coaches que buscaba cambiar muchas cosas que se habían hecho mal durante la etapa anterior. Con la excepción del coordinador ofensivo Kellen Moore, la mayor parte del staff se renovó. La defensiva y los equipos especiales, por ejemplo, modificaron a su vez a los encargados de esas unidades.

Las expectativas lógicamente eran muy altas. Luego de una década de resultados bastante mediocres que incluyen solo dos triunfos en playoffs, añadir a un HC que ya había sido campeón del Super Bowl con los Packers era una importante razón para creer que todo podía mejorar. Alguien que pudiera transformar en victorias el talento que hay en el roster.

El inicio no marca eso en cuanto al récord actual. Perder dos de los tres juegos que diputó no es lo ideal para Dallas. Sobre todo si se tiene en cuenta que únicamente se pudo vencer a los Falcons en un milagroso final, el saldo no es favorable. Las críticas a McCarthy están desde la semana 1.

Frente a los Rams el head coach quiso demostrar que iba a ser agresivo al ir en 4ta y 3 por otra primera oportunidad en lugar de tomar el gol de campo que le daba el empate parcial. Aquella jugada con CeeDee Lamb no salió bien y Los Angeles más tarde pudo conservar la ventaja, incluyendo una polémica interferencia de pase macada a Michael Gallup.

An “air-flop’ by Ramsey sold the PI. Horrific call.

The Cowboys were robbed. pic.twitter.com/0ohXknRg8L

— Don Van Natta Jr. (@DVNJr) September 14, 2020

McCarthy no estuvo exento de la catarata de errores que fueron los Cowboys ante Atlanta una semana después. Intentar una conversión de puntos con el juego 39-30 fue una de las decisiones extrañas que se tomaron ese día. Los dos engaños de despeje que no funcionaron tienen a John Fassell como responsable, pero el HC es quien tiene la última palabra en esa situación.

En el juego contra los Seahawks hay que darle mucha responsabilidad a Mike Nolan. Todos en la NFL saben que Russell Wilson es el mejor lanzando envíos profundos a sus receptores abiertos aunque estén marcados. Pero el coordinador defensivo ni siquiera logró que las coberturas sean al menos cercanas. Los wide receivers corrieron solo por el territorio de Dallas para hacer que el triunfo se lo quede Seattle.

Aunque hay una cuestión que genera ciertas dudas en torno a la ofensiva. Si bien está produciendo yardas como nadie en la liga, hay puntos que todavía pueden mejorarse. Una cuestión que caracterizó la era Garrett es la obsesión por correr el balón. Esta vez también parece necesario encontrar un cierto equilibrio, porque da la sensación de que la balanza ahora se inclinó para el otro lado.

Una razón muy obvia es que el equipo cayó en desventajas amplias. Eso inevitablemente hace que debas ir por aire más seguido. Sin embargo, Dallas debe encontrar la manera de darle más participación a Ezekiel Elliott. Quizás no tuvo un gran juego frente a los Seahawks, pero sigue siendo la herramienta más peligrosa. Un motivo por el que debe hacerlo es además que no se le puede pedir a un quarterback que lance 450 yardas todos los juegos.

¿Deben preocuparse los Cowboys por McCarthy tras el inicio 1-2?

En esta franquicia habrá siempre mucha crítica cuando las cosas no resultan de la mejor manera. Ciertamente se esperaba que el equipo tuviera un cambio radical con respecto al pálido 8-8 de la temporada pasada, pero eso no es motivo suficiente para entrar en pánico después de apenas tres juegos.

Hay varios factores que sirven como atenuantes que deben ser tenidos en cuenta. La eliminación de los OTAs, los rookie minicamps y los juegos de pretemporada no es un detalle menor para cualquier equipo. Es cierto que todos están en las mismas condiciones, pero para los nuevos head coaches es mucho más complicado.

Otro motivo es que en la NFL las primeras semanas de la temporada regular suelen ser bastante ilógicas. Muchas de las sorpresas ocurren en este período porque todos están recién acostumbrando a la competencia después de nueve meses para la mayoría. Es normal ver que exista cierta falta de sincronía en el terreno de juego.

Mike McCarthy resume:
13 seasons in Green Bay as head coach
Record: 135-85-2
Division titles: 6
Playoff appearances: 9
Super Bowl championships: 1 (XLV)#Browns

— Daryl Ruiter (@RuiterWrongFAN) January 2, 2020

El calendario es una razón adicional para entender por qué Dallas está 1-2. Puede ser tomado como una excusa si lo dicen los protagonistas, pero es algo muy cierto. Si bien casi pierde frente a los Falcons, los Rams y los Seahawks son dos equipos muy serios que seguramente serán contendiente en 2020. Esas dos derrotas llegaron además como visitantes y fueron por una sola posesión.

Estar en la NFC Este es un factor que no puede ser eliminado. Lógicamente la vara está muy alta por el roster que se logró armar. Una marca de 9-7 podría no ser muy alentadora teniendo en cuenta que las expectativas deberían ser llegar aunque sea a la ronda divisional o final de conferencia. Sin embargo, en esta división el margen de error es muy alto. Muy posiblemente no se necesite hacer demasiado para llegar a los playoffs.

No es algo difícil de ver que el equipo definitivamente debe mejorar. McCarthy está sin lugar a dudas entre los que tienen que cambiar algunas decisiones. Pero estamos hablando de un head coach que apenas tiene tres juegos en la franquicia. Creo que dejarlo trabajar tranquilo por lo menos una temporada es lo adecuado. Sobre todo recordando que Garrett estuvo diez años sin conseguir nada importante.