Una de las mayores dudas que se tenía entrando al juego del pasado domingo ante los Rams era cómo se comportaría Prescott teniendo que lanzar con un dedo lesionado, y lo cierto es que se le vio con menos intentos de pase de lo habitual, pero bastante preciso como de costumbre.
Dakota terminaría el día con tan solo 23 intentos de pase, la menor cantidad en lo que va de año, esto quizás propiciado por la misma lesión, abriéndole así las puertas al juego terrestre para que dominara el partido.
De los 23 intentos completaría 15, para un total de 212 yardas y 2 pases de touchdown, números nada malos al fin y al cabo para un QB con problemas en su mano de lanzar.
Prescott había empezado el encuentro con una especie de recubrimiento hecho con cintas adhesivas en su dedo lesionado, pero al finalizar el primer cuarto se deshacería de ellas a pesar de haberlas utilizado durante todas las prácticas de la semana.
Durante la primera parte del encuentro, el analista deportivo de la cadena Fox y ex quaterback de los Cowboys, Troy Aikman comentó que Prescott tenía una pequeña fractura en la parte superior de su dedo índice, cosa que fuentes cercanas a ESPN luego desmentirían.
A su vez, el día de ayer el entrenador en jefe, Jason Garrett habló sobre el dedo lesionado de Prescott, pero sin hablar de ello a fondo:
«No quiero entrar en la parte médica. Solo sé que tiene una pequeña lesión en el dedo índice. Igualmente trabaja con ello y hace lo que tiene que hacer… Dak es un tipo muy fuerte. Dak es un tipo físicamente muy fuerte y Dak es un tipo mentalmente muy fuerte, así que sea lo que sea con lo que esté lidiando, no ha dejado que mucha gente lo sepa. Sale y hace su trabajo, y pudo hacerlo de nuevo el pasado domingo».
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