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Tras el primer juego de pretemporada, la línea ofensiva de los Cowboys preocupa aún más

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Para nadie es un secreto que la línea ofensiva de los Cowboys es la unidad que más preocupa en estos momentos. El equipo vaquero llegaba al primer juego de pretemporada con la intención de despejar esas dudas poniendo a prueba la profundidad de esa unidad. La cual, recordemos, está debilitada tras la ausencia de Zack Martin y la lesión de Chuma Edoga.

Sin embargo, el juego contra los Jaguars solo incrementó las dudas.

Con los titulares en la banca, este juego fue una primera oportunidad de los respaldos para brillar. Especialmente para varios que el cuerpo técnico espera que puedan dar el paso al frente de cara a la temporada regular.




Ese caso concreto era el del Josh Ball y Matt Waletzko, guardia y tackle por la derecha respectivamente. Sin embargo, ambos tuvieron un rendimiento poco consistente. Y aunque Waletzko destacó un poco en protección de pases contra Jacksonville, no resulta tranquilizador.

Por otro lado, Asim Richards tuvo críticas mixtas tras su debut con Dallas. El novato, alineado como tackle izquierdo al comienzo del juego, solo permitió dos presiones contra los Jaguars. Sin embargo, el pick de ronda 5 aún tiene cosas por pulir. Y esto genera dudas acerca de su capacidad para ser un respaldo de garantías si la situación lo amerita.

 

No obstante, no todo fue negativo. Los dos linieros más destacados ante Jacksonville este sábado fueron el centro Brock Hoffman y el guardia derecho T.J. Bass. Hoffman destacó por su consistencia contra los tackles defensivos de los Jaguars. Mientras, Bass fue clave abriendo caminos para el corredor novato Deuce Vaughn en la segunda mitad del encuentro.

McCarthy reconoce que hay trabajo por hacer

Por supuesto, el head coach Mike McCarthy está consciente de que la línea ofensiva tiene problemas de profundidad. Sin embargo, también admitió que hay trabajo por hacer en esa unidad. Así lo dejó ver en sus declaraciones a la prensa tras el juego del sábado ante Jacksonville.




“Es un enfoque”, dijo McCarthy. “Porque siempre te gustaría llegar a un punto del campamento donde tienes a tus cinco muchachos que tratan de estar conectados y entrar en ritmo. Obviamente, no estamos en ese punto aún. Tenemos algunos veteranos y algunas piezas en movimiento. Y el lado positivo de eso es que crea muchas oportunidades para nuestros jugadores jóvenes.”

Así mismo, McCarthy aseguró que este enfoque puede dar sus frutos a largo plazo en el equipo. Y aunque el entrenador en jefe de Dallas tiene un punto válido, también es cierto que la situación en la línea ofensiva es apremiante.

De momento, las dos incógnitas a resolver en las próximas horas tienen que ver con Chuma Edoga y Zack Martin. Por un lado, se espera que este lunes se conozca el alcance exacto de la lesión de Edoga y su tiempo de baja. Esto, recordemos, luego que el liniero sufriera una hiperextensión de rodilla durante la práctica del jueves.

Mientras, quedará por ver si dicha lesión influye en la situación de Martin. El guardia derecho sigue sin presentarse al campamento del equipo, esto como presión para mejorar su situación salarial. Sin embargo, las multas por no presentarse a las prácticas están cerca de llegar al millón de dólares en total. Y la dirigencia de los Cowboys no parecía dispuesta en mejorar el salario de Martin. Al menos no hasta antes de la lesión de Edoga.




Es cierto que aún quedan dos juegos de pretemporada, y que alguno de los linieros jóvenes de Dallas puede dar el paso y ser un respaldo de garantías. Pero también es un hecho de que el equipo necesita respaldos experimentados. Como hemos mencionado varias veces, una lesión entre los titulares podría poner en serios problemas a los Cowboys durante la temporada regular. Y ese es un escenario que no se debe descartar.