Entre el 23 y el 25 de abril se realizará una nueva edición del draft de la NFL. En ese fin de semana, Las Vegas será testigo de cómo todas las franquicias buscarán mejorar sus posibilidades a través de la selección de jóvenes promesas. El futuro de la liga podría comenzar a escribirse en cualquiera de esos días con eventos inesperados.
Por eso es que te voy a contar más sobre los candidatos a ser elegidos en una serie de artículos muy interesantes. A su vez, podrán darse una idea sobre qué aquellos que quizás tengan chances de jugar en los Cowboys. Tal como sucedió con la agencia libre un tiempo atrás, haré una reseña de varios casos en cada puesto. Hoy: los mariscales de campo.
Si hay un puesto que suele llevarse todas las miradas en cada draft, ése es el de los quarterbacks. Cuando hay un talento destacado en esa posición, casi siempre termina siendo la primera selección global. De las últimos cinco ocasiones, cuatro fueron mariscales de campo. El ala defensiva Myles Garrett fue elegido por los Browns en 2017 como la excepción a los casos de Jameis Winston, Jared Goff, Baker Mayfield y Kyler Murray.
Pero la tendencia tampoco cambia si tomamos la década pasada completa. La lista de QBs la completan Sam Bradford, Cam Newton y Andrew Luck. En cambio, a Garrett solamente se suman el DE Jadeveon Clowney y el tackle ofensivo Eric Fisher.
Y salvo que ocurra alguna cuestión extremadamente inesperada, el draft que está muy cerca no va a ser el que rompa con esa tradición. A continuación, tres quarterbacks de esta clase y algunos datos suyos para tener en cuenta.
Aclaración. Joe Burrow no forma parte de esta lista porque las posibilidades reales de que llegue a Dallas son nulas. El QB de LSU será seguramente la primera selección global del draft 2020.
Tua Tagovailoa – Alabama (21 años, 1.85m, 99 kg.)
El líder de Alabama era el principal candidato a ser quarterback franquicia. Desde hace mucho que se habla del interés de los Dolphins por seleccionarlo. Incluso, después del pésimo arranque de Miami se comentó mucho sobre el «Tank for Tua», sugiriendo que buscaban perder para asegurarse el pick #1.
Aunque ese escenario se modificó. No mucho, pero sí cambió. El motivo no fue otro que una lesión de cadera muy grave en noviembre. La magnitud fue tal que en un principio se creyó que podía finalizar su carrera. Sin embargo, luego de la operación se confirmó que volverá a jugar.
Tagovailoa ya no es la opción número uno, aunque si pasa los exámenes médicos adecuadamente sigue siendo un probable top 5. Podría hasta ser tercero si algún equipo hace un intercambio con los Lions, un escenario bastante lógico. Sin embargo podría darse un escenario quizás no tan probable, pero algo posible.
Todo va a depender de su estado físico. Los reclutadores de cada franquicia interesada estarán al tanto de cada movimiento que haga en su rehabilitación. Lógicamente no podrá participar del Combine, por lo que no habrá muchas oportunidades para verlo. En caso de que varios equipos lo dejen pasar por creer que es muy arriesgado, Tagovailoa quizás caiga hasta el puesto de los Cowboys. Eso significaría algo similar a lo que sucedió con Jaylon Smith, a quien Dallas seleccionó en la segunda ronda del draft 2016.
Sus números antes de la lesión lo proyectaban aún más como el mejor QB. Hasta ahí llevaba 2840 yardas, 33 anotaciones y tres intercepciones en nueve juegos. A su vez, había llegado a las dos finales anteriores de la NCAA con Alabama y ganado la correspondiente a 2017.
La cualidad que lo distingue de todos los quarterbacks, incluidos los de la NFL, es su condición de zurdo. Eso generaría un cambio para todos los que compartan un campo de juego con él. Desde sus propios linieros ofensivos hasta los defensivos rivales. Entre sus habilidades están su precisión y su movilidad. La gran duda pasa por su estado físico.
Jacob Eason – Washington (22 años, 1.98m, 103 kg.).
Una opción más posible sería seleccionar al QB de los Huskies. Dentro de los puntos a favor de Eason se encuentra la fortaleza de su brazo al lanzar. Eso permite que pueda encontrar a receptores en trayectorias profundas sin demasiados inconvenientes. Pero una ventaja de esa característica también es que puede enviar pases precisos incluso sin estar con sus pies bien colocados.
Este quarterback posee una gran movilidad. Esa buena utilización de sus piernas le da la posibilidad de evitar la presión de los defensivos rivales en caso de ser necesario. No es fundamentalmente veloz, pero puede sumar yardas por tierra si la situación lo requiere. Una de las cosas a mejorar es su mecánica de lanzamiento.
Luego de jugar dos años en Georgia, se transfirió a Washington. En la última temporada consiguió 3132 yardas por aire, con 23 anotaciones y ocho intercepciones en 13 juegos. Eason se perdió prácticamente dos años completos, uno por las reglas de la NCAA sobre la mencionada transferencia y otro por lesión.
Jake Fromm – Georgia (21 años, 1.88m, 100kg.)
Este mariscal de campo es la razón por la que el anterior prospecto decidió irse a Washington. Cuando Eason se lesionó en el primer juego de la temporada 2017, Fromm tomó su lugar para no volver a dejarlo. Incluso en su campaña inicial, lideró a Georgia hasta la final por el título de la NCAA pero su equipo no pudo frente a Alabama.
Fromm cumple con la característica fundamental del puesto al ser muy preciso en sus lanzamientos. Es un buen lanzador desde la bolsa de protección, donde sabe moverse con calma. Tiene un buen timing para reconocer cuándo deshacerse del balón o aceptar una captura.
Sin embargo, realiza mejores envíos cuando está en movimiento. Al no tener la fuerza de brazo de otros quarterbacks, sus pases pueden complicarse estando muy estático. No tiene una gran habilidad para correr, por lo que no es una amenaza por esa vía. En su carrera hasta aquí demostró durabilidad al no lesionarse prácticamente nunca y jugar casi siempre.
En la última temporada con los Bulldogs logró 2860 yardas por aire, 24 TD y cinco intercepciones en 15 juegos.
