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¿Por qué los Cowboys no pueden dejar ir a Amari Cooper?

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La decisión más importante que debe tomar Dallas está en el contrato de Dak Prescott. En el puesto más relevante del deporte debe haber estabilidad. Su continuidad no está en duda. Sea mediante una extensión o asignándole la etiqueta de jugador franquicia, Prescott seguirá en los Cowboys. Sin embargo, la otra estrella que será agente libre sin restricciones es vital para lo que pueda hacer Dak en el terreno.

De Amari Cooper quizás no se esté hablando tanto como se debería. Si bien no se deja de lado tanto como el caso de Byron Jones, el receptor abierto es una pieza clave para determinar el éxito del equipo. Podría llegar a estar incluso apenas por debajo de Ezekiel Elliott.

Cooper reiteró varias veces que quiere quedarse. El jueves por la noche se expresó nuevamente al respecto: «Me encanta ser un vaquero de Dallas. Estaba pensando en eso hoy, lo pienso casi todos los días, de verdad. Solo juegos en horario estelar. Parece que son más juegos nocturnos que el resto y eso siempre se siente bien para los jugadores. Todo. Las instalaciones, me encanta estar aquí en Frisco. El aura de ser un Dallas Cowboy. No puedes vencer eso. Quiero ser un Dallas Cowboy de por vida», detalló en The Fan 105.3.

Hay muchas razones por las que los Cowboys no pueden darse el lujo de dejarlo ir, pero hay una que creo que se destaca del resto. El motivo que considero más destacado es que Dallas ya sabe lo que es afrontar una campaña completa sin un WR1 de categoría. En 2017 fue 26° en yardas por aire promediando 196.3. El líder receptor había sido Dez Bryant, pero con apenas 838 yardas.

Al año siguiente fue Bryant cortado y la situación empeoró. Dallas tuvo la errónea idea de optar por un comité de varios receptores y la temporada estaba destinada al fracaso. Habiendo llegado a la bye-week 3-4, Jerry Jones estaba obligado a hacer algún movimiento.

Cooper llegó al elevado precio de una selección de primera ronda. Si todo continuaba como estaba, ése incluso podría haber sido un pick Top 10. Pero luego de su arribo, la franquicia dio un giro de 180° y cerró la campaña con una marca de 7-2. El récord final de 10-6 le permitió conseguir el título divisional y hasta ser local en el triunfo ante los Seahawks en la ronda divisional.

Los wide receivers de elite, además, no llegan a la agencia libre en la NFL. Eso demuestra la importancia que tienen en una liga en la que cada vez se lanza más el balón. Incluso no es tan común que cambien de equipo. Si bien esto se modificó un poco en los últimos años, ninguno se fue por ese medio. A continuación les voy a dar algunos ejemplos que clarifican esto.

Odell Beckham Jr. fue drafteado por los Giants en 2014. Allí jugó sus primeras cinco temporadas como profesional hasta que se tuvo que ir a los Browns. Aunque eso no fue porque su contrato finalizó, sino que New York decidió traspasarlo apenas un año después de haberle otorgado una enorme renovación.

Otro caso es el de Antonio Brown. Más allá de todos los problemas fuera del campo que generó últimamente, no hay ninguna duda de que era un Top 3 en su lugar. Los Raiders lograron obtenerlo, pero fue a través de un intercambio con los Steelers. Es cierto que los Patriots lo firmaron de la lista de waivers un tiempo después, aunque eso fue una situación excepcional tras ser cortado por indisciplina.

Un tercer caso podría ser el de Jarvis Landry. Este es otro WR de nivel, no tanto como los dos extraordinarios receptores anteriores, que cambió de equipo. Landry lideró la liga en recepciones con 112 justo en el año final de su contrato de novato. Sin embargo, los Dolphins no estaban dispuestos a pagarle lo que pedía. Por eso es que le asignaron la etiqueta de jugador franquicia, enviándolo a los Browns recién después de esa acción.

Los mejores wide receivers de la NFL en la actualidad están en su gran mayoría en los equipos que los draftearon. Michael Thomas, Julio Jones, DeAndre Hopkins, Tyreek Hill, Mike Evans, Davante Adams y Steffon Diggs. Todos ellos obtuvieron enormes contratos, pero ninguno de ellos ingresó en la agencia libre.

El dato que confirma esto es quiénes cuentan con acuerdos que finalizarían el 18 de marzo. A.J. Green es el único que podría estar a la altura de Cooper. Sin embargo, los Bengals seguramente le asignarán la etiqueta de jugador franquicia, por lo que no podría ser una opción. Quedará a disposición entonces Emmanuel Sanders como la mejor alternativa.

La posible salida de Cooper implicaría que Kellen Moore deba repensar algunas cosas de la ofensiva. Michael Gallup recibiría mayor atención de las defensivas rivales si queda como la principal referencia. Incluso Zeke podría ser más presionado si el juego aéreo no fluye. Prescott sería el otro gran perjudicado si su arma favorita de la temporada pasada se va.