Ya lo habíamos mencionado anteriormente, hace 5 meses y dos semanas para ser exactos; el 1 de julio escribí un artículo titulado: «Michael Gallup y el porqué no deberíamos perderlo de vista para la próxima temporada» donde afirmaba que este sería un jugador a seguir de cerca este 2019, ya que poseía todo para tener una temporada de despegue, y vaya que lo ha logrado.
Su temporada de novato culminaría con tan solo 33 recepciones para 507 yardas y dos anotaciones, aunque cabe destacar que tuvo muchos pases donde se quedó a centímetros de atraparlos, razón por la cual esta pretemporada el enfoque fue mejorar su conexión con su QB Dak Prescott, y dicha preparación ha rendido frutos.
A pesar de haberse perdido dos encuentros esta campaña debido a una lesión en su rodilla, Gallup lleva acumulado hasta la Semana 14 un total de 55 recepciones para 905 yardas y tres anotaciones, teniendo una proyección de terminar el año con 80 recepciones para 1.316 y cuatro anotaciones. Esos serías números realmente extraordinarios, y más aún para un joven receptor que apenas va a su segundo año en la liga y tuvo un año de novato que pasaría desapercibido.
Para poner en contexto los números con los que Gallup podría terminar el año, hay que mencionar que Amari Cooper, el actual receptor nº1 del equipo, nunca ha terminado una campaña alcanzando las 80 recepciones ni las 1.316 yardas que se le proyectan a Gallup (aunque cabe destacar que la proyección de Cooper es de 86 recepciones, pero sus continuos inconvenientes de salud y sus últimas actuaciones tan pobres podría poner esto en duda).
Gallup tan solo tendría que promediar 32 yardas por los tres encuentros restantes en el año para alcanzar las 1.000 yardas aéreas, y así lograr otra marca en el equipo que haría de su temporada algo aún más impresionante: sería tan solo la séptima ocasión en los casi 60 años de la franquicia vaquera en que dos jugadores promedien por lo menos 1.000 yardas aéreas, (Gallup y Cooper).
Lo cierto es que el dorsal #13 vaquero ha logrado asentarse como receptor abierto nº2 gracias a sus múltiples actuaciones soberbias durante la campaña, y tan bueno ha sido su desempeño, que sus compañeros no lo ven como simplemente «el número 2», sino que ven algo mucho más grande en él.
«Yo no diría necesariamente que es el número dos,» dijo Prescott. «Es un tipo que va y hace muy buenas jugadas semana tras semana. Su confianza está creciendo, he hablado de ello desde el campo de entrenamiento. Es un tipo que quiere aprender, que quiere ser mejor. Es un jugador apasionante, y va a seguir creciendo».
Una respuesta muy similar a la que dio su compañero y «rival» en su posición, Amari Cooper. A Coop le preguntaron en qué ayudaba como receptor nº1 el tener a un receptor nº2 que constantemente se hace notar con muy buenas jugadas como Michael Gallup, a lo que este respondió:
«Primero que nada, no veo a Gallup como un receptor número dos. Lo veo como un receptor número uno, especialmente con las cosas que ha hecho y siendo este sólo su segundo año… Olvidé la pregunta. Me quedé en blanco cuando lo llamaste receptor número dos».
A pesar de que sus compañeros piensen lo contrario, el propio Gallup es consciente de que su rol en el equipo es de segundo receptor abierto y se encuentra a gusto con ello: «Todos nosotros somos grandes jugadores, y así es como nos vemos los unos a los otros», comentó Gallup. «Aprecio que digan eso pero, en mi cabeza, veo a Amari como el receptor número uno. Igualmente nunca salgo a practicar como si fuera simplemente el número dos».
Desde la llegada de Cooper a la estrella, uno de los jugadores más impactados positivamente fue Gallup, quien desde entonces ha visto un crecimiento abismal en su juego, el cual lograría un pico esta temporada.
Esto debido a que la calidad de Cooper atrae constantemente la atención de las defensivas rivales, creando así oportunidades perfectas para otros receptores tales como Gallup, quien muy fácilmente podría ser el receptor nº1 en cualquier otro equipo de la liga.
Si Gallup sigue creciendo de la manera en que lo ha venido haciendo, y Cooper logra firmar un contrato que lo mantenga en Dallas por un largo período de tiempo, podríamos estar en presencia de una de las mejores duplas de receptores en toda la NFL, por este y por muchos años más.