Para los Dallas Cowboys, es imperativo que Prescott tenga un contrato a largo plazo. De hecho, esta offseason de 2020 se va a parecer mucho a la del año pasado. En donde Dak aún no tenía un contrato listo y llegaban una gran cantidad de rumores de todas partes.
Con respecto al Mariscal de campo estrella de la organización, se buscaba firmar un nuevo contrato la pasada primavera. Luego se aplazó todo hasta antes del campamento de entrenamiento, para quedar en nada en el campamento en sí.
En consecuencia, la franquicia buscó firmarlo al comienzo de la temporada. No obstante, la campaña terminó y Prescott aún sigue sin contrato para el 2020 y más allá.
La verdad es que no ha sido por no intentarlo. En las oficinas de Dallas se creía que en septiembre ya el nuevo contrato estaba listo. No obstante, ninguna de las partes llegó a un acuerdo, a pesar que se le garantizaban a Dak cerca de cien millones de dólares.
Así que vamos a repasar las opciones que quedan con el QB de Dallas. Porque el tiempo se agota y hay que buscar una solución pronto.
La mejor alternativa que Dallas tiene en este momento es conseguir un acuerdo rápidamente antes que tengan que usar la etiqueta de franquicia para el 10 de marzo. Hay dos razones en particular, y la primera y más importante es que los equipos buscan resolver siempre la situación con su Mariscal. Es el eje del juego ofensivo y si quieren mantenerlo por muchos años, no pueden dejarlo ir.
La segunda opción tiene que ver con las etiquetas. De no usar la de franquicia en Prescott, podrían usar tanto esta como la de transición en Amari Cooper o en Byron Jones, de llegarse a dar la situación.
De no alcanzar el acuerdo con Prescott ni con su agente Todd France, la organización se vería obligada a usar la etiqueta de franquicia. Sin embargo, hay que entender que hay dos formas de utilizar esta etiqueta, se trata de la exclusiva y la no exclusiva. La primera sacaría completamente a Prescott del mercado, y le costaría a los Cowboys alrededor de 33 millones de dólares.
Por otro lado, la no exclusiva le permitiría a Dak moverse por el mercado, y si otro equipo lo llegara a firmar, tendrían que entregar dos picks de primera ronda si Dallas no busca igualar la oferta. En este caso, la etiqueta ronda los 27 millones de dólares.
Igualmente, una de las opciones que tiene Dak si llegan a usar la etiqueta es que puede saltarse el programa de la offseason. Esto no sería algo muy inteligente, si tomamos en cuenta que hay un nuevo entrenador con el que hay que trabajar. Sin embargo, de darse esta situación, no estaríamos hablando de una huelga, muy distinto a lo que hizo Zeke Elliott con su viaje a Los Cabos. Ya que no estaría bajo contrato, así que no estaría rompiendo ninguna regla.
En las oficinas de Dallas tendrían hasta el 15 de julio para finiquitar un contrato a largo plazo. De no suceder, Prescott jugaría con la etiqueta toda la campaña de 2020 y volveríamos al mismo predicamento que hay en este momento.
Ciertamente, otra buena opción para la franquicia es buscar un QB a través del draft. Por supuesto, no es lo mismo escoger a alguien entre las tres primeras rondas que a un jugador en la séptima. De tener que usar la etiqueta, esto puede marcar el principio del fin de la relación con Prescott. Al no llegar a un acuerdo, Dallas tendría que pagarle mucho más al Mariscal por las etiquetas. Y el precio puede seguir subiendo, dependiendo del tope salarial de cada temporada.
Además, existe la situación de Cooper Rush. El Mariscal suplente de los Cowboys será agente libre y para mantenerlo solo van a necesitar dos millones de dólares. No obstante, Dallas podría buscar un QB más joven para darle una oportunidad para evolucionar, más si se encuentra en las primeras rondas del draft. Esto también si la relación con Prescott se llega a tambalear por lo lento de las negociaciones.
Ahora bien, entre Patrick Mahomes (Kansas City) y Deshaun Watson (Houston) estamos hablando de dos Mariscales que pueden sacudir el mercado de manera sustancial para la próxima campaña. Esto es algo que tanto Prescott como su agente tendrán en cuenta. Por lo tanto, Dallas quizás tenga que pagar mucho más para poder mantener a su QB.
Hasta el momento no hay nada decidido, así que toca esperar como se van a seguir manejando las negociaciones. Mientras tanto, ya se está coordinando todo de cara a la offseason con el nuevo cuerpo técnico de Mike McCarthy.