El regreso al primer equipo de Travis Frederick fue probablemente la mejor incorporación al plantel de los Cowboys en el último período fuera de temporada. El centro se recuperó adecuadamente del Síndrome Guillain-Barré que lo tuvo afuera durante toda la campaña pasada. A pesar de que Joe Looney no jugó de mala manera, una vuelta como la suya tuvo un impacto muy favorable.
Hasta el momento Frederick fue uno de los baluartes de la línea ofensiva. No sólo bloqueando los intentos de captura a Dak Prescott y darle tiempo para lanzar. Tampoco abrir huecos para que Ezekiel Elliott contribuya por tierra es su única tarea. Prescott fue el segundo mariscal de campo con más sacks sufridos la temporada pasada y eso cambió en este inicio al ser Dallas el tercero en este rubro permitiendo apenas seis.
Una de las principales mejorías que tuvo esa zona del terreno es su capacidad para leer las defensivas rivales. Justamente con respecto a este tema, el centro será parte de un duelo interesante en la línea de golpeo ante los Jets. Quien formará opuesto a él como tackle defensivo de New York es Steve McLendon, un jugador con bastante experiencia en la liga, aunque sus números no resulten deslumbrantes.
La fortaleza principal de McLendon no es la de capturar quarterbacks, claramente la estadística más codiciada. Su punto fuerte pasa por ser muy bueno frenando los ataques terrestres gracias a su gran fuerza física. El tackle de los Jets se vio muy bien en el último partido de su equipo ante los Eagles enfrentando a otro de los mejores en ese puesto. El que por momento lo sufrió fue Jason Kelce por lo que Frederick deberá estar muy atento.
En este duelo individual va a establecerse una buena porción de la efectividad del ataque terrestre de los Cowboys. Esa faceta del juego es la que deberá recuperar Dallas si quiere retomar la senda victoriosa. Hacerles daño a los oponentes mediante esta vía es la identidad principal del equipo y algo que Kellen Moore dejó de lado luego de los tres primeros partidos que da la sensación de que marearon un poco a los tejanos.
La salud de los otros integrantes de la línea ofensiva también puede ayudar a distribuir responsabilidades en un sector del campo de juego que suele decidir para qué lado se inclinan los resultados. Esta no será una oportunidad para relajarse sino que deberá servir para recuperar la confianza antes del choque divisional frente a Philadelphia de la próxima semana.