Durante la victoria de los Cowboys 44-21 sobre los Rams el pasado domingo, desgraciadamente para el equipo de Dallas ocurrió lo que todo equipo en la NFL teme, y eso es que se lesione su QB titular.
Luego de un fuerte contacto que recibió a mediados de la primera mitad, Prescott sufriría una lesión en su hombro derecho, la cual se le sumaría a una fractura en el dedo índice de su mano de lanzar que tenía al momento de entrar al partido, lesiones que han causado gran preocupación en la fanaticada vaquera en vísperas del juego más importante del año.
Por primera vez desde que se hizo profesional en el 2016, Prescott no formó parte de una práctica semanal con el equipo, no solo una, sino en dos ocasiones al perderse la del día miércoles y posteriormente la del jueves, y muy posiblemente esté ausente, o en su defecto limitado para la práctica del día de hoy viernes.
Sin embargo, tanto el propio Prescott como su cuerpo de entrenadores se mantienen confiados en que lo del hombro no es más que una simple molestia cotidiana y que estará listo para saltar al engramado del Lincoln Financial Field el domingo.
“Estaré bien para ir el domingo”, dijo Prescott.”Estoy mejorando, así de simple. La movilidad, el funcionamiento del mismo, todo está mejorando. Esa es la clave. Ésa es la meta. Ocurrió al principio del partido y estuve bien, jugué toda la segunda mitad sin que fuera un problema, y espero lo mismo este domingo”.
Igual de despreocupado se mostró el presidente del equipo Jerry Jones, quien cree que tanto su QB como toda su plantilla llegará en óptima forma a Philadelphia:
“Estoy totalmente convencido de que estará en plena forma. Tenemos que tenerlo en plena forma, y estará en plena forma. Creo que la situación ha sido descrita con precisión. Son cosas con las que los muchachos juegan y practican, así que creo que estamos bien… No estoy preocupado por eso”.
El día anterior al juego, Prescott estará lanzando pelotas por primera vez en la semana y esto será clave para saber si el dorsal #4 se encuentra en condiciones o no de enfrentar el juego más importante del año.
