La falta de variantes y creatividad en ofensiva fue una de las falencias más grandes de los Cowboys en las últimas temporadas. Tener a Ezekiel Elliott como corredor es una ventaja increíble, pero no se puede esperar que un solo jugador se haga cargo de todo el ataque durante 16 juegos y los playoffs. Daba la sensación de que Zeke tenía que correr 125 yardas y lograr dos anotaciones todos los partidos para que el equipo tengas chances reales de ganar. Los rivales ya sabían cuál iba a ser la jugada, ponían ocho jugadores en la caja y, eventualmente, lograban contenerlo.
Esta es una de las razones por las que Jerry Jones apostó fuerte (una primera ronda del draft) para conseguir a Amari Cooper y darle más armas a Dak Prescott. Con este objetivo, además de traer de vuelta del retiro a Jason Witten, Dallas usó su selección de cuarta ronda en Tony Pollard.
Pollard es un corredor de 22 años que fue elegido con el pick 128 a nivel global llegando desde la Universidad de Memphis. Al ocupar el mismo puesto en la cancha que Zeke, está claro que no llega para ser titular. Sin embargo, su aporte puede ser vital para la unidad que ahora tiene a Kellen Moore como coordinador. Primero y principal, posibilitará que Jason Garrett pueda darle mayor descanso a Elliott en determinadas situaciones y que la estrella llegue fresco a los finales de partido y temporada.
Aunque esta no es la única razón por la que Pollard fue seleccionado. El atributo más destacado en su set de habilidades es la versatilidad, ya que puede alinearse en distintas posiciones y generar un impacto en varios contextos. El ex Memphis Tigers puede arrancar desde atrás del mariscal de campo o colocarse como receptor abierto. Si bien no se destaca en demasía por la capacidad de correr rutas, puede ocasionar peligro con su buen tamaño (1,82m y 95 kg) y su característica de playmaker.
Como corredor es un buen acarreador del balón, capaz de romper tackles y encontrar huecos en la defensiva, aunque también puede ser una amenaza por aire partiendo desde el backfield. A pesar de no ser tan bueno bloqueando, tiene una faceta más en su juego que aporta para su etiqueta de jugador versátil: es un muy buen devolvedor de patadas. En su historia como universitario consiguió siete touchdowns por esta vía y fue elegido dos veces como el mejor jugador de equipos especiales de la AAC.
Es por estos motivos que Tony Pollard puede, a pesar de estar por debajo del radar y no ser foco de las luminarias como otros novatos, causar un gran impacto en la ofensiva de los Cowboys otorgando versatilidad y creando espacios para que las estrellas hagan una gran diferencia en el campo.